Las chicas que van a los antros también tienen corazón stars
Esta la historia de un ciego guiando a otro ciego. Alcohol nuestro, redentor nuestro.
Este espacio nació de ver a un “chavo flexeando”. Una dulce mañana primaveral, un conductor vio por el retrovisor a un motorista de comportamiento curioso. Mientra manejaba, sin manos, sacó una botella de alcohol de 120 ml y con la otra mano lo acercó a la boquilla como si se tratara de infusiones, cerró la botella, la guardó. Luego tomó el waipe y se lo acercó a la boca. Una prueba de que habitamos una ciudad estrafalaria.
Esta la historia de un ciego guiando a otro ciego. Alcohol nuestro, redentor nuestro.
Ser adolescente y ser llevado a borde. En fin, así son los buses en Guatemala.
Vivir con depresión puede ser una espiral. El texto de Melvin explica cómo es una noche en ese estado.
Si un día vas por el Periférico y ves a un motorista flexiar... no lo molestés. Así viajan ellos.