¡Qué divertido es ser mujer!

A veces me pregunto si los hombres tienen tantos problemas como las mujeres. No es en estilo “mi casa es más grande que la tuya” o “mira quién aguanta más”, pero algunas veces, en serio, me preguntó qué problemas tendrán los hombres. Creo que con esto queda claro que no suelo relacionarme mucho con ellos.

Hace unos cuantos meses decidí ir al doctor para saber si había algo que pudiera solucionar mis granitos en la cara y como también mi periodo venía muy seguido me refirieron con el ginecólogo. No sé si a otras mujeres les pasa pero cuando a mí me dijeron que tenía que ir al ginecólogo, mis mejillas se volvieron tomates y peor porque tenía a mi abuela, Elbix, de compañía.

El internista me dijo que había un ginecólogo libre y que podría atenderme de una vez si quería. Elbix dijo -sí-, yo dije -ginecólogo ¿hombre?- Porque al parecer el seguro médico no tenía tantas ginecólogas y yo soy de las personas que rápido piensan lo peor.

Me mandaron a hacer unos exámenes, los resultados llegaron y me dieron el veredicto "Ovario Poliquístico" ¡qué gran jodida! Al parecer es algo común entre mujeres y suele ser el causante de muchos casos de acné. De hecho le pregunté a mis amigas y de 8 mujeres, 6 tenemos el mismo problema.

El tratamiento más común suele ser anticonceptivos. Puede variar el tiempo y la cantidad de estrógeno pero es el más conocido. Mi reacción al principio fue un poco inmadura y es que vivir en una casa donde nadie da la charla de sexo, hace que algunas cosas te den risa, es cómo cuando de niños alguien decía bolas y todos se reían.

Cuatro meses de tratamiento y la menor cantidad de estrógeno posible -gracias a mi mamá y su negativa hacia las pastillas- hicieron que terminara el año 2020, cómo si no fuera un año lo suficientemente terrible, de una manera un poco catastrófica. No entiendo cómo unas pastillas del tamaño de una tachuela pueden causar tanto daño. Es una pesadilla para cualquier mujer que le guste comer de todo.

Llegó un momento durante esos 4 meses de tratamiento que lo único que podía comer eran frutas y yogurt como desayuno y pollo cocido para el almuerzo porque todo lo demás me daba una náusea horrible. Yo soy una glotona para comer, pero al estar en tratamiento era una pesadilla porque si la comida no me daba náusea, comer más de lo debido lo hacía.

Al menos le tengo que agradecer que me ayudó a bajar de peso porque no me dejaba comer como estaba acostumbrada. Mis cambios de humor eran tan fuertes que llegaba a sentirme ridícula al llorar porque se habían comido la última galleta o porque no podía comer lo que yo quería. Recuerdo que en una fiesta familiar una prima me llamó ridícula y estaba tan dolida y triste que me encerré en mi cuarto y ya no salí en toda la tarde.

Otra cosa que odie fue gastar mucho dinero. Yo soy de la opinión de que los métodos anticonceptivos deberían de ser baratos sino es que gratuitos. En esos cuatro meses gasté más de Q1,000 aproximadamente y no es cómo que yo haya pedido tener ese problema. Les prometo que si yo fuera sexualmente activa me quedaría con los condones que con cualquier método para la mujer. Sale más barato y me protege de enfermedades de transmisión sexual.

Amigos, no le pidan a su novia, chava, ligue o acostón que use anticonceptivos para no usar condón. Son caros, tienen un gran folleto sobre los efectos secundarios y dañan la salud mental. No las hagan sufrir solo por la calentura del momento.

Yo, en serio, me preguntó si los hombres tienen problemas similares a los de nosotras. Hasta donde yo sé los más grandes problemas son la andropausia y el cáncer de próstata y eso suele pasar hasta que tienen entre 40 y 65 años. Mientras que las mujeres pueden desarrollar el Síndrome de Ovario Poliquístico desde los 15 años sin contar con los problemas de la menstruación.

Al final de todo, gracias a Dios que termine este tratamiento, tengo que esperar dos meses para revisar si tengo quistes o si ya soy libre. Mientras tanto, mi cara está más limpia, mis hormonas están un poco más controladas y puedo comer lo que se me dé la gana pero con moderación. Ojalá algún día a más personas les interese mejorar los métodos anticonceptivos para la mujer o permitan que las mujeres entren en los laboratorios y puedan desarrollar nuevas alternativas.