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¿Por qué no te quedas un ratito más?
“Conocer una parte del mundo con mi pareja especial”.
Seguimos en Estados Unidos y a pesar de las bromas, los experimentos y las sesiones de fotos también hay cosas tristes. Siempre me he enorgullecido de lo sentimental que soy, amo con profundidad y trato de disfrutar la vida lo más que puedo. Pero eso no significa que no haya días en los que sienta demasiado y me abrume.
Todavía tengo 5 días más y lloro con el pensamiento de que ya no voy a estar con mi familia. Probablemente sea por eso que los humanos somos seres complejos y difíciles de entender.
Cuando estoy en Guatemala los extraño, talvez no hable con ellos pero en ese lado de la familia así somos. No necesitan que les escriba a diario para saber que me hacen falta.
Y es que verlos me hace anhelar cosas y admirarlos cada vez más. Yo miro a mi prima con su esposo iraní y su hija, juntos yendo de acampada y la buena relación que tienen tanto cómo pareja cómo padres. Puedo ver a mi prima y su pareja, enamorados desde sexto primaria, con una hija que cada vez que me mira me hace un dibujo. Al ver lo que tienen y la relación que ambos formaron es difícil que no se te antoje.
Ambas familias, emocionadas por tenernos y acompañarnos en cualquier cosa que hagamos: ¿Cómo no te va a romper el corazón que tus sobrinas de 8 y 6 años te digan porqué te vas tan rápido y cómo lo explicas?
Pueden llamarme ridícula o llorona si quieren, pero volver al último lugar en el que estuve con mi papá después de 4 años también te hace sentir diferente. Poder ir a San Francisco, CA y estar en la ciudad en la que mi papá vivió por tanto tiempo a la misma edad que yo, te hace sentir una conexión cósmica increible.
Y al hablar de mi papá tengo que decirles que es gracioso saber que talvez perdí a mi papá pero las figuras sobreprotectoras aumentan. Si existe la posibilidad de que tenga un novio, yo no lo puedo presentar a mi papá pero debo presentarlo a cinco hombres que son un grupo de tíos, primos y amigos quienes piden estar al tanto de mi inexistente vida amorosa.
Me duele en el alma saber que tendré que dejar estas increíbles personas y que probablemente no los volveré a ver en mucho tiempo. Pero también me agrada la idea de haber conocido lugares en los que mi papá estuvo en su juventud y que conoció con mi mamá cuando estaban recién casados. Nuevo propósito de vida activado: “Conocer una parte del mundo con mi pareja especial”.
Nomás de pensarlo me agarra un nudo en el estómago al saber que en algún momento de mi vida, existe la posibilidad de tener aunque sea la mitad de romance de lo que tiene mi familia. Mientras tanto alisto mis maletas, me limpio mis lágrimas y salgo a comer. Próxima parada El Salvador.