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Trauma = Kinks
TOC, traumas infantiles y un poco de ser ama de casa.
Creo que todos en algún momento hemos dicho “Cuando tenga mis hijos no voy a hacer esto” o “Por esto no voy a tener hijos”. A veces puede ser triste encontrar algunas cicatrices emocionales o traumas que en algún punto de la infancia causaron nuestros papás.
No es para culparlos, porque ellos tampoco sabían cómo criarnos y conforme tenían hijos aprendieron sobre la marcha. Lo siento si eres el primero, probablemente eres el que más traumas y cicatrices tiene. Pero al menos eres el favorito de tus abuelos y uno de tus padres.
Yo soy la primera hija y mi hermana es casi dos años menor que yo. Cuando éramos niñas siempre decían que éramos gemelas y ahora talvez lo único que tengamos en común son los traumas que nos dejaron.
Uno de mis traumas, que talvez sea bueno, es la necesidad de planificar. Si vieras dentro de mi mente sabrías que todo está ordenado y planificado. Creo que se parece a la escena de Bob Esponja donde hay un montón de archivos y todos están ordenados.
La espontaneidad no existe en mi cuerpo, a veces puede ser bueno y a veces malo. Puede ser terrible cuando mi mamá me dice de un día para otro que tenemos un evento o una reunión familiar. Usualmente eso hace que yo me enoje y sienta que el cielo se cae porque eso no estaba planificado en mi cerebro.
Y la planificación está en todo, desde el lugar al que iré a comer el viernes hasta un tablero en Pinterest con consejos de maternidad. Si tengo una conversación con una persona a la que no le tengo mucha confianza probablemente haya practicado más de dos veces cómo le iba a hablar o si es un mensaje por Whatsapp ya tengo el mensaje redactado en mi bloc de notas.
Lo más gracioso de todo esto es que siempre que leo una historia romántica o me imagino un escenario antes de dormir, suelo enamorarme de una persona que toma el control por mí.
Es aquí donde le pido a Siri que ponga Daddy Issues de The Neighbourhood. Mi trauma hace que me sienta atraída por cualquier persona/personaje literario que protege a su interés amoroso hasta un límite dudoso. Un ejemplo puede ser Christian Grey de 50 sombras de Grey.
¿Saben que detesto de Anastasia? Sus ganas de trabajar. Si yo me caso con un multimillonario posesivo que me quiere consentir y no quiere que trabaje, yo le haría caso. Lo siento feministas, pero a mí si me gustaría ser ama de casa. Talvez tendría un trabajo pequeño cómo una organización benéfica o algo parecido.
Si en algún momento llegara a salir con alguien me gustaría sentir que no tengo que controlar cada segundo de mi vida. Esto sonará retorcido e incluso insano, pero hace unos meses leí un libro en el que la protagonista se sentía libre aunque estuviera encerrada en una jaula de oro. Creo que esa es la mejor descripción a lo que me gustaría en estos momentos “Libre en una jaula de oro”.
Pero no sabemos si tendré esa historia de amor. Así que saquemos esto al aire y esperemos cinco a 10 años para ver si todavia lo quiero o la parte feminista por fin despierta y dice que “Solo quiere concentrarse en el exito laboral”. Mientras tanto hablar sobre Christian Grey me hizo querer ver las películas y leer los libros otra vez. Si quieren regalarme algo para mi cumpleaños o Navidad ya saben que nunca pueden fallar con películas o libros en los que el personaje sea un tóxico posesivo.