No puedo, me dio Covid

Antes de 2020 tenía que esgrimir una serie de excusas para no ir al clásico evento familiar, de amigos, de parejas o de «la promo» diciendo "se me complica, tengo otra actividad, me surgió un imprevisto" e incluso el  famoso "no tengo como ir o no tengo dinero", este último me intrigaba, ya que espontáneamente observaba la cara de quien me invitaba y mostraba diferentes muecas que, al final, demostraban lo que sentían: quisiera que fueras, que llevaras algo para cooperar, pero igual tampoco te daré "jalón" ni te prestaré dinero.

Eso me sucedía -o nos sucedía- cuando nos invitaban…Si yo invitaba, la experiencia era peor. En nuestra casa, a mi pareja no le gusta mucho invitar gente. Así de fácil. Dejan los baños sucios, el piso asqueroso y ni hablar de los invitados que creen que la casa es un bar abierto. El último que llegó se ofendió porque solo tenía té frío y no cerveza. Obviamente, ese fue el último día que lo invitamos.

A lo que voy es: ¡Qué pereza era ser social antes de la pandemia! Si bien extraño ciertas reuniones -muy pocas, por cierto- y muchas personas más, también me he sentido libre de un peso que socialmente tenía encima.

En los últimos meses, me invitaron a un ahora típico cumpleaños guatemalteco: vení, traes lo que vas a tomar y un regalo. Solo dije: "no puedo, tuve covid”. La persona no sabía si preocuparse, darme algún consejo o simplemente desearme que me recupere. Solo dijo: "uy sí, hay que tener cuidado, no hay que exponerse mucho". Le quería decir: "y también no hay que hacer reuniones solo porque sí..." pero me abstuve. La gente se ofende rápido.

En otra ocasión, un cliente decidió que nos reunamos en su oficina un viernes a las cinco de la tarde. Sin ánimo de preocuparse ni de desearle esta enfermedad me atreví a preguntarle: ¿y si hacemos la reunión virtual? A mí me dio Covid. Sin pensarlo dos veces, se hizo la reunión de manera virtual…y él era el único que estaba en su oficina.

¿Cuánto tiempo tendré está excusa? No lo sé, por lo pronto este artículo tal vez llegue atrasado. No porque se me olvidó, no me pagaron o no me dieron ganas de hacerlo. Simplemente no pude hacerlo, porque me dio Covid.