El cuidado del patrimonio y las nuevas autoridades

Si todo sucede como debería, en enero se estrenarán las nuevas autoridades del país. Quien sea designado como Ministro de Cultura y Deportes deberá definir su equipo de trabajo y sus prioridades en los primeros meses de 2024. Aunque a muchos pueda parecerles que esta cartera no es de las más importantes, hay mucho qué hacer, decir y evaluar en el ámbito de la cultura.

La actividad cultural, no es como creen algunos, solo cuestión de esparcimiento. Tampoco debe tomarse solo desde el punto de vista comercial, económico y turístico. Hay cuestiones más profundas e importantes que se deben poner sobre la mesa cuando se habla de Cultura, sobre todo, en Guatemala. Hoy quiero enfocarme en los aspectos patrimoniales.

Una civilización viva que cuestiona

El país es reconocido como Cuna del mundo maya. Contar con la mayoría de los tesoros de esta legendaria civilización, que es equiparada por los expertos con la egipcia y la china, no es para nada despreciable y conlleva una responsabilidad mayor que deben asumir los administradores temporales.

Aunque existe la Ley para la Protección del Patrimonio Cultural de la Nación que fue decretada en 1997, para nadie es un secreto que muchos de sus artículos se han incumplido y manipulado de acuerdo con los intereses de gobiernos de turno y de particulares. Para no ir muy lejos, algunas piezas que eran consideradas legalmente inamovibles debido a su valor y fragilidad, han sido trasladadas a recintos que no son a los que corresponden, e incluso algunas han salido del país.

Respeto a la identidad

Un aspecto que es importante destacar es que los mayas no son una civilización extinta ya que sus herederos forman una gran parte de la población actual del país. Aún así poco o nada se han escuchado las voces de grupos que pugnan porque algunas de las piezas que deberían formar parte del patrimonio específico de sus territorios les sean restituidas. Esto, evidentemente, es un tema de análisis profundo, porque no solo se está hablando de artefactos históricos, sino también de elementos que podrían fortalecer la identidad de las poblaciones.

Igual que sucede con los vestigios de las civilizaciones que poblaron el actual territorio guatemalteco antes de la llegada de los españoles, las piezas y edificaciones que pertenecen a los períodos históricos posteriores también deben ser objeto de preservación, y si es necesario, procesos de cuidadosa restauración.

Un aspecto que no debe dejarse al descuido es la difusión del valor histórico e identitario de estos elementos, lo cual podría traducirse en una mayor conciencia de los guatemaltecos, quienes, desde su accionar ciudadano deberían constituirse en defensores de esta riqueza. Además, al hablar de patrimonio, también deberían buscarse mecanismos que, realmente, garanticen prácticas que promuevan la preservación del Patrimonio Cultural Intangible.

Quedan muchos proyectos a la espera de ser concluidos. Uno de ellos, el museo Caracol del Tiempo en Tak’alik Ab’aj, el cual comenzó ya su construcción y en el que se espera que se inviertan más de Q18 millones. Otras obras a las que debería de prestársele atención y seguimiento son el rescate de museos tanto en la capital como en el interior del país, así como la restauración de otras piezas y medidas para la preservación y puesta en valor de sitios arqueológicos.

Ser garante del cuidado de la cultura en el país no puede ser tomado a la ligera. Además del aspecto patrimonial, quien asumirá el cargo de ministro y sus colaboradores deberán emprender acciones en favor del arte y del desarrollo de las comunidades. De eso hablaré más adelante.