Julia Guzmán

Amor prohibido murmuran por las calles…

Enamorarme de personas de similar edad a la mía, y de cierta manera alcanzables, no es lo mio. A mí ponme un famoso de 39 años llamado Ben Barnes, a Harry Styles o a un personaje tóxico y posesivo de Wattpad que ni existe. Y les aseguro que no soy la única, sino mira todos los memes que le hacemos a Chayanne por el día del padre.

Estuve de vacaciones por dos semanas y para alguien a quien todavía la mantienen sus papás, Netflix y Wattpad fueron la mejor manera de pasar mis días de descanso. La pregunta correcta no sería “Qué viste” sino “Qué NO vi”. A pesar de que me muero por tener Disney+, el contenido que ha entregado Netflix en los últimos meses ha estado buenísimo y me encanta releer los libros con personajes tóxicos y posesivos en mi tiempo libre.

Existe una serie llamada Shadow and bone que está basada en los libros de Leigh Bardugo. Si no la han visto y les gustan las series fantasiosas, probablemente les guste esta. Cuenta con 8 episodios y cuenta la historia de un trío de ladrones, una heroína perdida y dos enemigos que se enamoran.

La vi en dos días y quedé obsesionada con el villano. Ya saben… para qué enamorarse del chico bueno que te sacrificaría para salvar al mundo, si puedes tener al villano que quemaría el mundo con tal de tenerte a ti.

Hay algo sobre las personas que las hace ver poderosas, como si tuvieran todo controlado, que enserio me mata. Y es que ese amor tóxico en el que los personajes se aman demasiado que no saben qué hacer sin él, es algo que me encanta leer. Talvez en la vida real no me gustaría experimentarlo pero al ver esa serie y leer una trilogía en Wattpad que tenía ese tipo de amor me lo replanteo.

El caso es que al ver los personajes y a los interpretes me di cuenta que tengo un tipo. En otras palabras si veo a una persona con algunas características en común me enamoro. No es que este mal pero me molesta que lo haya descubierto tan rápido y sin siquiera experimentar. Aquí estoy con 19 años sin ninguna experiencia amorosa.

Así que durante los siguiente días dediqué canciones cómo “No me queda más” de Selena a personas 20 años más grandes que yo y que probablemente nunca sepan que existo. ¿Ridículo? Un poco bastante, pero no es mi culpa, es culpa del cerebro y las hormonas.


Lo más gracioso de todo es que en algún momento me plantee lo que sería tener una relación con estas personas, cómo sería presentarlo a mi familia, explicar que es 20 años más grande que yo y que hace películas y series para ganarse la vida.

Porque aunque suene loco, de cierta manera tenía más posibilidad que la mayoría de sus fans. Si ellas tenían un 1% de probabilidad de terminar con Ben Barnes yo tenía el 2% por estudiar ciencias de la comunicación y tener un canal de youtube. Gracioso ¿no? Puedes reírte si quieres, yo lo hago mientras escribo.

Al final son cosas que la mayoría de personas hace, creo que todos soñamos con conocer a un famoso y que se enamore de nosotros. Lo único que tenemos que tener cuidado es que no se nos salga de las manos. Una cosa es un crush platonico y otra cosa es una obsesión loca en la que si no está contigo, no está con nadie.

Gracias a Yisus yo ya empiezo a terminar mi enamoramiento por Ben Barnes y vuelvo a la normalidad. Y es que de cierta manera él era el hombre de mis sueños al tener un título en literatura inglesa, participar en una boyband y tener un cuerpo y una voz mojabragas. La edad es solo un número y 20 años de diferencia no se escuchaban tan mal.

Solo me queda pedirle al Universo, los santos o a Yoda que me consiga a alguien la mitad de perfecto que sentía que era Ben Barnes para mí. Quien sabe si al final en algún punto de mi vida el destino se burla de mí y termino con ese papucho que calienta más que el sol de verano y descubre este texto en el que babeo por él.

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