¿Es de onvres odiar a Taylor Swift?

Mi amor por Taylor Swift está fundamentado en los onvres (heterosexuales machistas) que la odian. Simple. Bueno, en realidad no tanto. La verdad es que yo no soy lo que puede considerarse una auténtica fan de Taylor: me sé muchas de sus canciones por cultura general y reconozco que es una gran artista, pero solo eso. Ya saben, como el meme ese de “Te miro, te observo, te analizo y te respeto”.

Hace casi un mes, la cantautora lanzó una Red (Taylor’s Version), una regrabación de su disco de 2012. La publicación es su respuesta para retomar el control de sus composiciones, luego de que el ejecutivo Scooter Braun (a.k.a. un onvre) se quedara con su catálogo sin permitirle adquirir los derechos de las canciones que ella misma había escrito. El lanzamiento fue un éxito y entonces los onvres empezaron a hablar.

Que si las letras de sus canciones fomentan una mala versión del amor, que si está obsesionada con sus novios, que si ha basado su carrera en hablar mal públicamente de sus ex, que si es demasiado rubia… Ok, señores, necesitan calmarse. Taylor puede escribir de lo que le de la regalada gana y, además, el amor se aprende en casa y no en un disco, así que no la hagan responsable de eso.

Pues sí, en sus canciones habla de sus ex y muchos de ellos son famosos, lo cual a mí me resulta totalmente divertido, pero porque soy una chismosa. A lo que voy es que tiene todo el derecho del mundo de hacerlo. ¿No será que lo que les duele a esos onvres es que Taylor pueda lucrar con ello? Porque sí, no debe ser fácil ver que ella puede sacar muchos dólares de sus antiguas relaciones, mientras ellos tienen que contar historias de otros en Twitter para conseguir un like.

Para mí, no hay no mejor ejemplo de emprendedurismo (¡qué palabra tan fea!), que hacer redituable la tristeza. Y en eso, Taylor es la auténtica reina. No sé, cuando veo a tanto onvre odiar a Taylor, no puedo evitar sentir que son tan Kanye West del 2009. Si miran esa escena de los MTV Video Music Awards de ese año solo verán a una chica joven siendo aplaudida y a un hombre desesperado por arruinarle su momento y tratar de hacerlo acerca de él. ¡Qué oso!, en realidad no veo diferencia con 2021.

A pesar de todo lo que he escrito, vuelvo a decir que no soy la más fan de Taylor Swift. Supongo que no es perfecta y que existen cosas cuestionables a su alrededor, aunque eso es parte de ser humano y de ser figura pública. ¡Qué feo que la compare con esto!, pero es como con los provida: si no les gusta el aborto, no aborten. Si no les gustan sus canciones, no las escuchen. Solo déjenla ser.