¿Cualquier red social puede funcionar como app de citas?

Increíble que en pleno 2021 aún haya personas que se te queden viendo feo porque como mujer tienes “la osadía” de tener un perfil en una app de citas; entiéndase Tinder, Bumble o Badoo. En lo que muchos de esos inquisidores talvez no reparan es que con una pandemia y sus cepas en todo su esplendor, las formas tradicionales de conocer gente están casi extintas. ¡Oh, qué lejanos aquellos tiempos en que lo normal era salir a conocerse (es decir, a besarse) en la esquina de tu bar de confianza!

Yo no voy a poner la pandemia como excusa; yo ya tenía Bumble antes de la cuarentena y, antes de eso, como buena aburrida heterosexual, tuve Tinder. Aunque es divertido que te presenten gente nueva, las apps son una buena herramienta si, como yo, te pones medio nerviosa en la primera cita. Ese chat te permite decir si buscas algo casual o algo formal y saltarte los silencios incómodos para que si finalmente deciden salir, al menos, ya tengan claras sus intenciones.

Lo cierto es que aunque Bumble y Tinder son las apps de citas por excelencia, cualquier red social, como Facebook, Instagram o Twitter, puede servir para el exquisito arte de relacionarse. Lo mejor de todo es que ni siquiera tienes que echarle tantas ganas. De hecho, algunos casos de éxito de mis amigas han surgido de grupos comunes en Facebook o de intercambiar reacciones en las historias de Instagram.

Claro, usar las redes sociales tradicionales para relacionarse “románticamente” tiene sus contras, como que al no tener la certeza de que le gustas a alguien pueda ser difícil dar el primer paso. Pero por otro lado, Facebook o Instagram te ahorran tiempo en saber qué tan cierto es lo que tu match dice ser. Puedes desde checar las fotos en las que lo han etiquetado para ver si se parece a la de perfil (que no te den gato por liebre) hasta pedir referencias a los amigos en común y ahorrarte estar hablando con un psicópata o, peor aún, con un casado.

En cuanto a las apps de citas, talvez su mayor ventaja es la posibilidad de, en verdad, conocer gente nueva. Yo siempre bromeo con que Bumble me debería dar comisión por cada vez que le digo a uno de mis amigos que la descargue, aunque si Bumble quiere podría no ser broma. Como otras redes, Bumble te permite armar un perfil con fotos seleccionadas, escribir cosas básicas de ti (tu nombre, tu edad, tu estatura, etc.) y seleccionar el rango de edad de tu posible match. A esto se suman algunas casillas opcionales, como si bebes, fumas, quieres tener hijos o cuál es tu signo zodiacal. Y mira que eso del signo zodiacal es importante porque yo como buena Libra sé que no me debo relacionar con ningún Géminis, por más perfectos que sean tus besos E.

Una de las cosas que más me gustan de Bumble es que luego de hacer match, la “responsabilidad” de dar “el primer paso” (o decir el primer “Holi”) siempre será de las chicas. Se me hace una herramienta interesante por si luego te arrepientes de haberle dado Swipe Right (aceptar) a alguien, y porque Bumble es una empresa fundada por mujeres que le dieron a otras mujeres la posibilidad de elegir. Además, esta app ofrece la opción de perfiles verificados (lo cual la hace más segura) y desde el año pasado, con la pandemia, añadió los video chats, lo cual suena hasta divertido con tanto bicho suelto por allí.

No sé si decirles que Bumble me gusta más que Tinder, pero sentí que en algún momento todos a mí alrededor tenían Tinder y si tuviera la intención de hacer match con mis vecinos o compañeros de oficina mejor lo haría en persona. Aunque tienen sus similitudes, Bumble está más depurada o es más fácil de depurar, como cuando después de mi primer “Hola” un match me dijo que prefería “retirarse” porque en mis preferencias políticas decía “De izquierdas”. No pues gracias, amigo, yo tampoco quería hablar con fachos.

A propósito de Bumble, esta app te ofrece consejos de “seguridad” al tener una cita, ya sea virtual o presencial. Siento ser la tía la aguafiestas de la historia y recordarles que en el tercer mundo citarnos con desconocidos es de pensárselo. Recuerden nunca revelar toda su información personal, y siempre quedar en algún lugar público y enviarle un mensaje de ubicación a alguna de sus amigas. Cuídense de todas las formas conocidas.