Trip LSD en una playa de Guate
Trip de LSD en Guate © Arte digital

Trip LSD en una playa de Guate

De las experiencias más curiosas con LSD.
A pesar de sentirme orgullosa de tener buena memoria... una capacidad excelente para recordar experiencias muy locas... creo que no tengo... Supongo que es porque esos eventos los he pasado bajo el efecto de ciertas sustancias que ahora, a mis treinta añitos, ya no consumo... con frecuencia.
 
De las experiencias más curiosas que he tenido, todas involucran LSD. Ni siquiera en cantidades industriales.
 
Un cuarto por aquí, otro por allá.
 
Pero sucede que todas las veces fue más que suficiente.
 
La primera vez, fue hace más de 10 años, en un festival de música electrónica en la playa. Iba con un grupo de conocidos, ningún amigo en realidad. Y aunque todos le entraban grueso a todo, yo era de las que iba a las chingaderas y amanecía bailando sin necesidad de nada más que agua, cigarros y una que otra cerveza (nada ilegal, pues).
 
Estando allí me ofrecieron muchas cosas y a todas dije que no. Me daba pena no tener a alguien de mi entera confianza cerca. Sin embargo, al pasar las horas y ya estando prendida por la música y los visuales,
pensé que talvez no era mala idea probar un poquito...
 
Como en otras ocasiones, amanecí bailando, pero esta vez no sentía cansancio, solo ganas de seguir brincando, hipnotizada por ese sol de amanecer que parecía disolverse en un paisaje de flores color miel.
 
Salimos de la fiesta y mi cuerpo no podía dejar de moverse. El efecto duró casi 12 horas. Estuvo sabroso, excepto por el dolor de espalda y quijada que vino al irse disipando el efecto.
 
Al regresar de la fiesta, me sentía todavía tan fuera de mí, que paré acostándome con un chavo. Si bien es cierto tuvimos la responsabilidad de usar condón, la verdad es que yo después sentí goma moral, porque siempre pienso que si no hubiera estado drogada, no lo hubiera hecho. No sé. No hay forma de estar segura. Igual, el chico me gustaba y ninguno de los dos estábamos en una relación, así que eramos dos personas sin compromiso pasándola rico.
 
Después de esa vez, volví a consumir varias veces... unas fueron el éxito total y otras veces hubo una parte del trip en donde sentí que ya me había quedado en el viaje (aparte de ser paranoica, me parece que se debe a la gente que había alrededor. De esa mara que su manera de disfrutar su viaje es darse cada vez más y más... no me llegan. Menos sus caras retorcidas).
 
Lo que si puedo decir es que hay momentos y compañía para todo. Y a cualquiera que quiera probar, yo le diría que le dé viaje. Que no se estrese, pero tampoco que deje todo al azar.…
 
Saber en dónde, con quién y cuánto darte, es clave para pasarla de ahuevo. Yo hasta he llorado de tanta preciosura que se deja ver y oír en esos estados... una cosa bien celestial, ji, ji.
 
Ahí va mi historia. Ya pensándola bien no es tan loca, ja, ja, ja, pero en su momento se sintió hardcore.
Última modificación Jueves, 09 Noviembre 2023 13:29
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