¿Qué piensa del amarillismo otorgado a la muerte de la periodista Vivian Vásquez?

Seguro ya lo sabían, pero los canales de televisión abierta en Guatemala no tienen madre. Desde tempranas horas de hoy transcendió el fallecimiento, en un accidente de tránsito, de Vivian Vásquez, quien era una de las presentadoras del noticiero Telediario (Canal 3). Con voces entrecortadas, sus compañeros dieron la noticia en vivo durante la emisión de la mañana. Mientras eso sucedía frente a las cámaras, muy probablemente, detrás de ellas, los “jefes de información” ya planificaban cómo convertir a su propia compañera en la nota roja del mediodía.

Los noticieros de la televisión abierta de este país no son únicamente conocidos por servir de tapadera del actual gobierno, y del anterior, y el anterior a ese. Solo hace falta toparse con una de sus emisiones para darse cuenta que usan la desgracia ajena, como gente en pobreza extrema o que sufre alguna enfermedad, para atraer más televidentes, y bajo la excusa de “ayudarlos” o hacer servicio social. Bien, es su modus operandi, pero ¿usar a tu propia compañera como carne de cañón? Eso es ser muy hijo de puta.

Llegó la edición de mediodía y una imagen de Vásquez en blanco y negro dejaba ver que la presentadora ocuparía una buena parte de la emisión. “Un homenaje”, pensé yo en mi inocencia; sin embargo no fue así. Tras unas breves palabras de los presentadores, la pantalla se dividió para conectarse con un reportero que se encontraba en Chimaltenango, en la casa de los padres de Vásquez. La toma se abre y a su lado aparecen la mamá y la hermana de Vivian en todo su espectro de dolor, de la única manera que se puede estar luego de perder a alguien tan allegado hace solo unas horas. Me recordó a cuando toman imágenes desgarradoras de las viudas de pilotos del transporte público a solo metros de la escena donde fueron asesinados.

Estos “reporteros” de los canales son expertos en hacer preguntas que no merecen respuesta, pero igual las hicieron: “¿qué recuerda de su hija?”, “¿cómo es la oración que dice que hacía cada mañana cuando ella salía a trabajar?”, “¿verdad que hoy repitió la oración varias veces más?”. Casi hicieron que esa madre, que apenas podía hablar entre su dolor, les repitiera el rezo en televisión nacional. Con la hermana fue más o menos lo mismo. Además, el reportero… con esa voz, como de que lo siente mucho. Seguro sí lo siente, pero ese tono lastimero que usan para hacer sus notas más emotivas es nauseabundo.

“El homenaje” no terminó allí. Luego de unos segmentos noticiosos, presentaron una nota que recordaba la trayectoria de Vásquez. Imágenes de sus coberturas, como de la ocasión en que fue a hacer una nota a una casa embrujada y cosas por el estilo, aunque seguro había más material. A media nota, la señal se pausó para que, cinco segundos después, apareciera el logo de la Champions League. ¡Ya era hora del partido! ¿Cómo le iban a quedar mal a sus televidentes? Ni eso, ni un “homenaje” pudieron hacer bien.

Siempre se han contado leyendas urbanas de lo que sucede en los canales. Como aquella ocasión en que, al no tener nota del día, un reportero decidió incitar a toda una colonia a bloquear el paso en una carretera para protestar por la falta de agua. Sin embargo, hay cosas que no te las tienen que contar, uno las ve con sus propios ojos, como me pasó hoy.

¿Qué hubiera hecho yo si fuera el director del noticiero? Pues probablemente hacer un verdadero y respetuoso “en memoria” durante la emisión, sin tener que exhibir a una madre rota por el dolor. ¿Qué hubiera hecho yo si fuera el reportero que le tocó ir a la casa de los padres? No sé, darle otro ángulo, proponer algo más que de verdad homenajeara a su compañera. Pero supongo que enfrentarte a tu jefe de información no es una opción ¿quién quiere estar desempleado? Es difícil ser Televisa con bajo presupuesto y debe ser difícil trabajar para ellos.