Dicen que a su imagen y semejanza...
Es ella quien siempre está ahí.
Y mis dedos se enredan suavemente en tu cabello.
El que está por irse dijo que no quería ser un "hijo de puta más".
No serán las últimas palabras, ni piezas de tinta dedicadas a tu memoria. Te lo juro.
Pasan de largo los rostros ajenos; pasos acelerados en busca de un destino.
Y tan solo soy un hijo, un hijo muy orgulloso de ti.
¿Acaso tus ojos no saben lo que es llorar?
Como si no supieran que el sistema sangra hasta a los que no tienen...
Locos con pinta de cuerdos, cuerdos con sueños de locos,
Somos prostitutas de la vida. Y dígame, quién no...
«Eso ya no le pasa a mi generación», me decía hace poco un amigo artista,
El homenaje al premio Nobel de Literatura incluyó la develación de un busto y una exposición.