Te lo dije

No hay peores tres palabras (aparte de “tenemos que hablar”) que caigan tan mal.

Tenía un compañero de trabajo que no caía muy bien entre toda la plantilla de redactores. Su trabajo era más de investigación y creo que eso le hacía ver cosas que no todos veíamos. Hoy, después de haber sobrevivido una pandemia siento que él ya la había predicho desde 10 años antes y, hasta me aventuro a pensar que se estaba preparando para ello.

Este tipo tan peculiar en su forma de pensar sobre la gente expresaba otras tantas verdades que causaban miedo. Recuerdo una frase de él que decía: no te preocupes de lo que te digo y de lo que hablo de vos…. preocupate de lo que pienso de vos y no te lo digo.

¿Quién no cuidaría sus palabras? Con él aprendí a seleccionarlas y, por otro lado, llegué a comprender muchas cosas de la vida. Una de ellas es que, según él mismo decía, las vidas de las personas era como ir a un puesto de dvds. (ahora saben que era la época prenetflix).

El símil consistía en que al conocer una parte de la vida de una persona podríamos ser capaces de saber en qué iba a terminar la situación. “Es como que veas una película donde el niño rico se porta mal y hay una chava trabajadora que todo le sale mal… ya sabes que vas a perder el tiempo viendo una película romántica donde se enamora y son felices”, me decía.

Con el tiempo le doy la razón. He tenido experiencias enriquecedoras y otras que dan pena contar, pero cuando escucho pasajes, incidentes u ocurrencias de algunas personas, pienso o estoy casi seguro en qué terminará.

Si no me creen piensen en sus familiares mayores, especialmente abuelas. Ellas con solo saber del apellido, conocer sus señales, saber donde vive, donde estudia e incluso ver a su pareja de turno, ya sabía en qué iba a terminar.

Este año - y este mes- comenzó con una noticia simpática. El conocido amante de la fiesta recién graduado de la universidad que se casó rápido con una chica mucho mayor que él. Un año echándonos en cara que su vida estaba hecha por estar casado con alguien con mejor posición económica. Regresó de vacaciones aconsejando que lo mejor es nunca casarse y que vivan la vida lo mejor posible. Ambos están esperando un bebé.

No puedo decir: “te lo dije”, porque nunca me pidió consejo. Acá valdría más la frase: Ya lo veía venir.

Última modificación Domingo, 17 Marzo 2024 10:58
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