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Los memes de Julio
Cada día me quedo con menos amigos gracias a sus actos.
Comenzó con un buen chiste o un meme que yo también compartí, lo acepto; pero… ¿es necesario caer mal desde mediados de junio hasta agosto? Anteriormente, he borrado de mis contactos a muchas amistades para no ver sus estados. Ya sea de frases motivacionales, versículos de la biblia o los patéticos piolines con corazones entre textos, los estados empezaron a llenarse de los famosos memes de Julio Iglesias; y por ende, los bloqueo.
Si algo no me gusta o me cae mal, simplemente lo veo, lo borro o lo elimino. Creo que por eso será muy difícil que me de un paro cardíaco, ya que trato de evitarme problemas y darle vueltas al asunto.
Por eso, es que cada vez que veo a algún contacto con este tipo de comportamientos digitales, le coloco la linda etiqueta: silenciados. No saben cuánto me he ahorrado en enojos sin sentido o explicaciones. En estos últimos días ya he silenciado a mi primo, una antigua amiga de la universidad y otra conocida de relaciones públicas sin oficio. Y ni qué decir de un conductor de televisión que se enojó porque me confundí con un emoji que le coloqué en su estado para felicitarlo y lo malinterpretó. Confieso que me confundí a propósito para enojarlo.
¿Para qué tanto alboroto por esto? se preguntará el lector. Talvez hasta tendrá él mismo la respuesta: con no verlos basta. Eso lo sé, tengo derecho a verlo o no; pero también tengo derecho a quejarme. Doy muchas gracias a San Francisco de Sales, patrono de los escritores, periodistas y columnistas, por permitirme otro derecho tan bello como la queja, el anonimato.
Y así, quejándome casi anónimamente decidí enfocar mis reclamos a estos famosos memes. No defiendo al cantante - que me recuerda a mi madre- sino que, del chiste general cayó al chiste cae mal.
Desde hace mucho tiempo no he colocado estados en mis redes sociales. No sé, siempre lo he dicho: la única persona que le interesa donde estoy es con la que hablo todos los días y no necesito tomarle fotos a lo que como, con quien estoy o donde estoy para que esa persona lo sepa.
Ese es mi pensamiento, pero ¿cuál será el de quien coloca este tipo de memes? ¿se levantará en la mañana diciendo: Hoy quiero hacer reir a más personas? ¿Caer bien y ser el amo de los memes serán sus objetivos de vida? No lo sé, pero creo que están en el mismo grupito de esos que le toman foto a la comida que van a comer.
Siempre me recuerdo de un camarógrafo que se sentó junto a mí en un almuerzo para periodistas, hace muchos años. En lugar de enojarme -como cosa rara- me dio lástima. Le tomó fotos a todo lo que comía, lo subía al Facebook, se reía solo, comentaba sus propias publicaciones. Sin querer humillarlo, le pregunté ¿tus amigos no conocen o nunca han visto que es una crepa con salsa de fresas?
Con el tiempo que tengo creo que me gustaría preguntarle a mi primo y a todas las personas con este mismos memes de temporada: ¿sos feliz?¿querés hacerle feliz a la gente?
No lo sé, la gente dice que así no se ganan amigos. Lo malo es que ya he perdido muchos.
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