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Red Devil #2
Dedicado a Jorge Dubón (El Repo), y a todos los cosmonautas dados de baja, surfeando en otro pulso universal. ¡Buen viaje!
Prólogo
Sufro de limbos karmáticos largos, y pues, todos los tenemos, y los hay pa’patear al cielo.
Tengo historias. Vivencias, quizás... Reales, talvez... Algunas definitivamente, otras no, pero ayudan. El resto es una incerteza que logré procrastinar en mi corriente de pensamientos, hasta hace poco, cuando comencé a escribir ésta serie de cuentos epico-cannábicos.
No puedo ni comenzar a pensar en qué situación, o en cuál momento sucedió o sucederá (Y dependiendo del nivel de pedera, sucede); solo necesito una muestra demográfica, y expongo la carta. Así funciona conmigo.
Es trivial, y curioso al mismo tiempo, cómo funcionan los lazos de amistad y cómo lucen los comportamientos adquiridos por estos lares; la disociación social es clave para demostrar un declive de la misma, “Esa hemorroide, donde palpite, donde se le sienta el pulso”. No te sales del sistema, solo te vuelves parte del inframundo, de la ante-infraestructura. En efecto, otro pulso limbótico, otro impulso permutado, otro pedo.
Pero créanme: Se juega sudor, sangre, cerebro y huevos para coronar vuelta, no es así de nomás. Y si en caso se vuelve rutina, hay que tenerle miedo a esos estados perennes, se los juro, ¡con cuidadito!
Presentes manejando pasados tumultosos, inercias y relaciones inerciáticas, Serendipia, y un masivo bloqueo de memoria, son el colocho de eventos que apuntan a un buen motivo de contar la historia. Siento que me he quedado con muchas de ellas, y nada de eso me lo llevo a la tumba, así que tengo claras mis motivaciones.
Uno siempre escucha las mismas historias culeras. Yo perdí a un amigo, un hermano, algún otro familiar o querido en las drogas. Créanme que es otro nivel, el escuchar que perdiste a tu papá, amigo o ser querido ‘moviendo droga’, en el sentido que ellos lo tenían previsto desde el inicio, al igual que todos tus seres alrededor. Eso es muy diferente a un adicto que prefiere abandonarse él mismo primero, para que de manera subsiguiente lo abandonen todos los demás; eso es trágico, y el único remedio que he encontrado es el humor oscuro. Ahora, la 2da, la “Vuelta y coronada” puede ser drama, pero también puede ser épica, y depende de cómo el juglar quiera cantar respecto a su señor campeador.
***
Guatemala fue, es y será un tramo de intereses, como si la vida tranquila y pacífica fuera una obstrucción, fácilmente empujada a un lado por el deseo y la lujuria, al poder. La ignorancia no se hace de la noche a la mañana; se cosecha, las élites se la juegan por generaciones (porque pueden sostenerse ante grandes cambios), y la gente se apendeja, se ahueva, se amansan todos al final. Pero los marginados no tienen otra más que oler el pedo, con su sensor agudizado, y presenciar lo grotesco de todo ello.
Hay gente en este mundo, que se juega los huevos por una planta. Porque les gusta, porque no aprendieron más, porque la vida los llevó allí, por la adrenalina. Pero en general, es el gusto; ¿y por qué ha de estar mal? Es una ley influenciada (impuesta), que funciona para los pocos, como las únicas cosas que permiten funcionar por aquí: para los “unos pocos”.
***
El marihuano, motero, cannabis-entusiasta, y usuario (en todos sus colores y formas), puede ser quedado, hablar chistoso y de manera chistosa, pero los reales impulsores del cannabis se vuelven adeptos, expertos, innovadores, emprendedores. Aprenden economía, política, uso de armas, jardinización, química, biología y botánica, meteorología; y en los casos de laboratorios indoor, aprenden de instalaciones, mantenimiento de recámara, eléctrica, automatizaciones, cultivo hidropónico, etc.
Y si la traés, los contactos, carteles, caletas, logística, presupuestos, etc. En fin, no son unos completos tarados malintencionados como los pintan en general. No quito que las calle nos aviva y nos endurece a todos, solo que estos niños se auto-exponen a mierdas más allá del terror de cualquier puritano (me refiero a gente pura, no al churro).
La dedicación es sincera. Nadie debería vivir su vida en arrepentimiento, por hacer lo que te gusta (A menos que sea barbárico o solamente incorrecto, como el canibalismo y la pedofilia). También es una fase, en la que te puedes estancar, o dirigir tu vida hacia la “normalidad”, en cualquier aspecto que persigamos. No se sientan mal por ser normales, siéntanse mal por no querer esforzarse a ver las cosas de forma distinta. Hay muchas maneras de ver la realidad. El cannabis no es una Gateway Drug (Droga que abre a más drogas), es una Reality Gateway Drug (Droga que estimula las múltiples realidades, y también al hecho de no tomar las cosas tan en serio).
Suficiente. Gusten de leer esta serie de historias cortas, para que sepan lo que pasa por un lado, sin filtros ni miedos.
Chapter 1
1: Red Devil #2
Oda al árbol, faena de dealership, otorgamiento oficial de las Ignacias, por causas conflictivas con la ley.
- Red Devil #2: afgana-nepalense, 3.12m de alto, ignoro el espesor. Sativa de Jardín exterior.
- Es el arbolote de Navidad codiciado por todo yonki; esa idea inalcanzable que se te cruza en la mula, mientras limpiás tu mozotín, y tirás las semillas a la tierra, clamando por dentro y fuera “¡Beerga, que se repita!”.
- Definitivamente, mucha planta para el ignorante, y un rápido ajustador de Kharma, provocado quizás por las bendiciones de los monjes y babas de Nepal.
Así contemplábamos el último monstruo del Hno. Yucca (Tenía otro nombre, pero parecía hijo de primos hermanos suecos. Canchito, pero bien Cuasimodo el compadre, igualito a los de MTV).
A Yucca le llegaba TODO... Venía de familia que le llegaba TODO, y él era el más engasado entre la banda, y más allá de la comuna humana reguliche. ¿Cómo lo conocí? Brother de brother, pero de Brother BROTHER.
“Va, ¿pero sí me va a hacer huevos vendiendo esta mierda?”
Silencio y pausa. No tenía ninguna necesidad de regresar a vender. Yucca se las olió.
“Ya vio, siempre huequea, serote, ¡ya me lo controlé! ¡¿Por qué tan hueco, Mierrda?!” El mierda era de cariño.
“Ahorita nel serote, ando en otros pedo”—
“¡Péleme la verga!, si es así, ni me hable,..”
Yucca-ra de talega ese, siempre me chingaba, poniéndose todo drama el culey. Yo ya sabía a dónde iba todo, o eso creía.
Le dije:
“Va, miremos cómo sale todo al final, y te hago huevos”.
Yucca se me quedó viendo con cara de ‘Pélemela 3 veces’. Nos dimos la mano. Se veía prometedora la chiva, se los juro. Tuvo que cortarle la copa a un punto, pues ya era visible a la calle y a los vecinos. Mucho rollo tampoco.
Andaba, en ese momento, solo como consumidor de nuevo; me terminó llevando la verga, perdí mi carro, me intentaron dar aguacate, y perdí a mi chava, Susana. Todo esto a los 19 años de edad. Decidí por componerme, entrar a la U y cambiar por ella y por toda mi familia. Pero al final, ni ella ni mi familia me quieren pagar las mierdas que yo quiero. Yo vendía muy bien, pero mucho guaro me nubló.
Algo me movió de esa planta, se los juro. ¡Qué bestia! Sería un desperdicio si le semillara.
El caudal del cagadal era pequeño, tan así de ASÍ, no creía que se iba a poner ¡Verga!
Un apasionado ruderalis quedaba boquiabierto y estremecido al ver a tal magnánime especie, que afortunadamente crecía a su lado. Sabía que no tenía chance alguno, nació hembra. Pero si le quería dar su buen toque a la m’ija aquí. Pero nelson, pico... Hasta que logró cambiar; cambió, por ella (Y porque el estrés hace cambiar a algunas). Y así fue, y aunque fue rápido, fue intenso. Ese amor era fuego, alimentado, contemplado por nadie, y resguardado de los malos vientos. Lo fue, hasta que el machete de Yucca endiablado los separó…
Eterno ahora, sólo en la memoria. tsk, vaya tu eterno...
Semilló... ¡La mitad, por lo menos..!
El Yucca estaba maleado ese día.
“¡¡¡NOS CHIMÓ PARADOS, SEROOTEE!! UNA RUDERALIS ¡PAKEVEEERGAS, ME CAMBIÓ!”
Solo era cuestión de tiempo, et voila; Semillas. Esta planta bajaba de categoría A, a una C+ a lo sumo. Pico.
Se elige la mitad semillada como remate, y el lado que no semilló se vende como normal. Ahora, la normal se va tranquis, pero la semilla. Nadie la quiere, y es un vergo: 6.35 lbs. Era un árbol tremendo, una diosa que parió un semidiós. La gran chillada empotrada es que si la queréis desaparecer, tenéis que venderla a cliente final. Los dealers te la rematan a una ni verga, y todavía se quejan de las putas semillas, y te piden descuento. No los culpo; es un negocio riesgoso, ¡sí hay que portarse Rex?
“Va, le doy las primeras 2 libras a usted, hágalas verga, me da la mitad ¿Le parece?” Ahora, esa oferta si no me la esperaba. Si me urgen un cachorrín las barillas. Igual, se va rápido. Solo le dije, “Vivo”.
Harakiri: “Shikentaza”.
No tenía dónde guardar tanta mierda en mi casa. La guardé en la gaveta de los calzoncillos (¿La razón? Obvia, porque soy un estúpido, y perdí la práctica a un nivel deplorable). Cuando regresé de la universidad ese día, toda mi familia tenía los botes de Moisés en la mesa.
Mi madre llorando, mi padre haciendo su cara de fuerte, y un psico-terapeuta, observando su nueva fuente de ingreso con una sonrisa de oreja a oreja. Era mi hermano, el que me preocupaba. Estaba maleado, y va, le doy la razón, porque ambos sabemos que el Pepo, su exbrother, me metió a toda esta mierda.
Los 28 días son ricos, la verdad. El “place” es de a huevo, hay culantros (casos finos, ¿pero quién no lo es?), todos te hablan de un vergo de mierdas, hablás un vergo de mierdas... Que todos podemos que la gran,.. ¡Talega!.. ¿Va?
Cuando salí, lo primero que hice fue ir con el Broda Yucca. No lo logré leer al principio. Si hubiera estado más atento a su persona y ver cómo se sentía, me hubiera salido todo más suavitel, pero no. En vez de eso, me enfoqué en el churro que me quería discutir desde ratales, CON su mota (sin preguntar si podía agarrar desde un principio). Neta, me lo hubiera zafado más tuanis, pero Nelson, la caguéi-shon.
Se fue por un momento a su cuarto. Cuando regresó, tenía una escopeta en las manos. No me estaba apuntando todavía, pero la tenía.
“¡¿Entonces, qué putas?!”, dijo.
Yo, cagado y sin respuesta.
“¿Y la varas, cómo le va a hacer?”
Todo cagado, le contesté:
“Puedo pedir algo a mis papá”
“¡¿Ah?! ¿CÓMO ASÍ?, ¡NO ME DIGA ESAS HUECADAS! ¡QUÉ PUTAS VA A HACER PARA CONSEGUIRME MIS VARAS!”
No entendía la insistencia, y me estaba cagando:
“¡DÍGAME PUES, BASURA! ¡ACTÍVESE! ¡¡¿¿QUÉ PUTAS CON LAS VARAS, CÓMO LE VA A HACER??!!”
Me salió del rincón más chiquito de mi ser: “¡No sé!”
“Va, comience por allí.”
Bajo la escopeta.
“Hoy si me dio sinceridad, serote”.
Comenzó a cagarse de la risa entre las palabras. Dejó de reírse y me dijo:
“Va, no sabe, ya me lo dijo. A ver, yo le comento...”
Yucca perdió su carro mientras yo estaba en rehab; al parecer, agarraron al hermano menor manejándolo, con un poco de monte que quería revender. Pobre pequeño Yucca, parece que nunca aprende.
Harakiri: Se desenvaina la cuchilla pequeña.
Entonces, mientras resuelve el hermanito, Yucca me pondrá a repartirle su mierda, hasta que salde esa cuenta. Me pisó, van a ser un par de meses, por lo menos. Voy a estar toda la tarde haciendo esa mierda, en vez de estudiar. ¡Qué imbécil soy!
Va, fue un mes, ni fue tanto, ¡pero si se mueve esa mierda! A la mara le encanta. Los fastidiosos son una hueva, aunque algunos pagan bien. Los quedados pagan poco, intentan hacerse cuates para que les baje, pero en buen plan, les regalo un porro en su 50. La mara puntual y fiel son varios, y me hago de más. ¡La neta, nada mal!
Seguí haciéndole el favor a Yucca, ¡vamos bien! arreglé la nave, le puse radio, y como ando un vergo en la calle lo polaricé y le instalé un sillón cómodo. Comencé a comprarme buenas mierdas, y le pedí a Susana que regresáramos. Regresamos, pero no.
Pos fue algo así: llegaba, fumábamos, cogíamos rico, medio hablábamos, y cuando yo quería pedir comida y poner una lica, ella se vestía y pedía un taxi para regresar a su house. Fresh, pero neta, quería siempre que se quedara. Pero va, fresh... Igual, tengo mis otros toques por allí va, ¡qué tampoco son cualquier cosita! ¡Jaa!, ya estoy ganando bonito con aquel, ¡Me va nítido! Y lo talega es que ando medio “Regla de Oro”. No me estoy metiendo TANTA mierda, solo los findes con Susana. Meternos caca es lo único que nos queda en común, qué triste. Pero qué buen par de nalgas, ¡Berga! Me estoy durmiendo en esa jugada hombre, si la quiero de mi mera Morrison, ¡desde AÑALES!
¡Ah, puta! ¿Es este finde? ¡SÍ SEROTE! ¡Ya la metí, literal! Este finde se casa su hermana mayor, fijo le caigo con todo, ¡SHHHIC!
Ultima entrega: Que no se me olvide dejarle la media que me regresaron. Y si, sí tiene moho serote. Ese no es mi pedo, pero le hago el favor de regresársela.
Llegué y hablé con Yucca un rato, fumigamos, cuadramos, y me fui a la verga. Regreso a mi chanta, tramo, cago, me baño, fumo una verga de Shatter que conseguí; uuta, si no hay vuelta atrás con el shatter, esta mierda ES!
HARAKIRI: Sale de Zazen, escucha los pasos del asistente, que se acerca desde lejos.
Va, ya no me recuerdo mucho de lo demás, casi solo cuando llegué.
La mara ya estaba bailando, llegué súpertarde. Allí estaba Susana, hablando con mara cuando me vio de reojo, y siguió hablando.. Vestía rebien, hermosa, y también bajó de peso. ¡¡Ajj, tu madre, estaba super DELISH-OSH-ISH-IMAAA!! Cualquiera “Le pone Giorgio a ese muchachón”, ¡a cualquier hora; mañanera, diurna y nocturna!
Yo me dirigí a saludar a sus papás (su mamá me odia), hermana y esposo, primos y tíos, y luego visité la condecorada esquina de pintas. De aquí en adelante, todo se nubla por el ¡warék-eh!
Recuerdo que Susana llegó, me alegó un poco, pero ya estaba un cacho a verga también y había llegado a la mesa para vapear un cachorro. Le hablé super suave, le besé las manos, puse su frente con la mía. Abrí los ojos, y sus ojos estaban temblando, entre tristes y enojados, mientras veía hacia abajo. Le cerré los ojitos con la palma, la comencé a besar; temblorosos y cerrados, nada.
Finalmente se lo dije: “Mi amor (nunca en 3 años se lo había dicho), quiero casarme con vos, vivir juntos, hacer familia.” Ella comenzó a llorar, le comencé a besar las mejillas. Toda la mara echándose la Picture, y un serote me pedía el vapo, que todavía tenía en la mano. ¡Qué quedado, aquí está compadrito! Eso que no le había contado que regresé a vender, o si no me manda a la Rrre-talega de un solo pijazo.
Fumamos más shatter en el carro, y les juro que cogimos ¡De-lish-osh-ooo! Hoy sí, Giorgio y Georgina. Me comenzó a decir, que mientras yo no le dijera eso, sólo me estaba cagando en su vida. Y la verdad no la culpo, yo también quería ese cambio para nosotros, pero al mismo tiempo, ¿qué putas quiere que haga? La conocí siendo su dealer, me conoció por querer estar peda,.. Y neta, que a ella, yo también le hago huevos... Pero estaba demasiado tostado para hablarle más. Finalmente, ella se salió del carro. No sé si se despidió, o me pidió que saliera con ella. Aquí es donde MENOS recuerdo los detalles (porque nadie llevó tiro a esa fiestucha mierda, solo Moisés y unas pepas shucas que andaban rolando).
HARAKIRI: Abro los ojos, preparo el sable.
SÍ, a huevos que encendí el carro y me fui. SÍ, salí a la carretera. SÍ, había un vergo de vueltas.
Harakiri: Apunto a la parte lateral suave de mi abdomen. El asistente se encuentra justo a mi lado.
NO, no recuerdo qué vuelta fue para nada.
Harakiri: Incisión profunda. Asistente desenvaina la katana.
NO, no reaccioné cuando me salí del carril, tampoco cuando me subí al arriate, para tirarme a la otra vía. NO, no puedo creer que ningún otro carro no me haya tirado a la verga cuando sucedió.
Harakiri: procedo entrecortando lateral, asistente atento.
SÍ, paré chocando en una pared. NO, no recuerdo nada de eso, todo me lo han contado (gusto se dan chingándome con esa mierda).
Harakiri: asistente alza la katana.
Y NO. NO LA BAJE. NO BAJÉ LA MEDIA LIBRA. SE ME OLVIDÓ REGRESARLA. MENUDO IMBÉCIL!
Harakiri: sablazo en la nuca, cabeza rodando. Cuerpo cae. Silencio.
Y SÍ, LA CHONTA LA AGARRÓ, Y FUE UTILIZADA COMO EVIDENCIA. Narcomenudeo. Si tan solo hubiera recobrado consciencia, me hubiera ido a la verga, la hubiera tirado a la reverga, o algo así, pero nel. ¡La cagué, a lo mierda! ¡Me cagué en todo y en todos!..
Simón.
¡Ah!, y Susana quedó embarazada, me lo vino a contar al bote. No quiso abortar; quiere tenerlo, y tenerme a mí lo más lejos posible de ellos. No la culpo, ¿quién putas quiere pararse casando con su dealer?
Algunas sí; pero no la que escogí amar, supongo.