
- Burbuja Pop
- Publicado
- ¡Sé el primero en comentar!
- 3 a 5 min. de lectura
- Leído 596 veces
El séptimo sello: ¿Has jugado ajedrez con la muerte?
“Te tiene que gustar mucho el cine para enfrentarte a una cinta sueca, en blanco y negro, y de finales de los años 50”. Eso pensaba una noche de viernes cualquiera –como otros– acostado en el sofá mientras aparecían los créditos de la cinta Det Sjunde Inseglet (El Séptimo Sello). Para mi sorpresa, en menos de 10 minutos no puede dejar de preguntarme qué haría yo, si de pronto, la muerte se manifestara frente a mí.
Luego de un pasaje del capítulo 8 del Apocalipsis ("Cuando el Cordero rompió el séptimo sello, todos en el cielo guardaron silencio durante media hora." http://bit.ly/SelloBiblico), la historia inicia con una conversación entre el caballero Antonius Block (Max von Sidow) y la Muerte (Bengt Ekerot): “¿Quién eres?, –Soy la muerte–, ¿Has venido por mi?, –He caminado a tu lado durante mucho tiempo–, (…) Espera un momento, –Eso es lo que todos dicen. Pero no concedo indultos–, ¿Juegas ajedrez, no es así?, (…) –Sí, de hecho, soy un buen jugador–, Pero no eres mejor que yo”. Fue en ese momento en el que comencé a entender por qué Woody Allen cataloga esta cinta como la mejor de Ingmar Bergman, y una de sus 10 cintas favoritas. En sus palabras, Bergman es: “Probablemente el mayor artista de cine, en definitiva, desde la invención de la cámara de cine”.
Película que todo Fan del cine debe ver
Más antes que después, un aficionado al cine se topará con el trabajo de directores europeos como Fellini, Antonioni, Godard y Buñuel, pero Bergman siempre hay que entrarle con cuidado por su complejidad, almeno para una mente sencilla como la mía. Durante mucho tiempo, su nombre aparecía en conversaciones con amigos, libros, reportajes, incluso películas, pero ahora que la vi, entendí porqué es parte del pensum de aspirante a cinéfilo. Las preguntas esenciales de la humanidad convergen en ella.
El escenario es una comarca medieval azotada por la peste negra, y la única respuesta posible mientras es el apocalíptico fin de los tiempos. Por tanto, un campo de cultivo perfecto para cuestionar la fe, explorar la filosofía, y sobre todo, vérselas de tú a tú con la muerte. Ojalá, cuando nos toque, tengamos la misma elocuencia que el caballero Block,
“¿Por qué la cruel imposibilidad de alcanzar a Dios con nuestros sentidos? ¿Por qué se nos esconde en una oscura nebulosa de promesas que no hemos oído y milagros que no hemos visto? Si desconfiamos una y otra vez de nosotros mismos, ¿Cómo vamos a fiarnos de los creyentes? ¿Qué va a ser de nosotros, los que queremos creer y no podemos? ¿Por qué no logro matar a Dios en mí? (…) Yo quiero entender, no creer. No debemos afirmar lo que no se logra demostrar. Quiero que Dios me tienda su mano, vuelva su rostro hacia mí y me hable”,
y ante esta confesión, La Muerte responde implacable:
“Pero continúa en silencio. Tal vez no haya nadie”.
El amor, el tenebroso amor
Así como la muerte, dios, fe y las dudas tienen lugar, el amor encuentra lo propio en esta cinta. Pero no en la Muerte y el caballero, su lugar está en los personajes secundarios, los más mundanos y simples de la historia, pero no por ello menos importantes, y cuya sorna no tiene límites, como la conversación entre Jöns, el escudero y Plog, el herrero, quien llora por su esposa, quien se fugó con un actor:
“— ¡Vaya, lloriquea de nuevo!–, Tal vez la ame. — ¿Tal vez la ames? Escucha idiota. Amor es otra palabra para lujuria; más lujuria, más lujuria, mas mucha decepción, falsedad y artilugios—, pero de todas maneras duele. —El amor es la más negra de todas las pestes. Si se muriera de amor, habría alegría. Pero casi siempre pasa–. No, el mío no pasará. —¡Ah, sí! ¡El tuyo también! Solo unos cuantos estúpidos mueren de amor. Si todo es imperfecto en este mundo imperfecto, el amor es lo más perfecto de todo, precisamente por su perfecta imperfección–. Tienes suerte de tener una lengua tan fluida como para creer tus propias habladurías. —¿Quién dijo que las creía? Pero adoro dar buenos consejos. Pide uno, tendrás dos. Soy versado–".
En mi opinión, el sonido es de muy mala calidad lo mismo pasa con la música –a mi parecer, problemas propios de la época–, y eso puede representar un reto para el espectador, verla de un tirón será posible solo si te gusta el cine. Al ver esta producción encontré además cuánto Bergman (guionista y director) influenció al cine de Hollywood. Por mencionar dos referencias: la competencia de juegos de mesa que Bill y Ted tienen con la muerte en Bill & Ted's Bogus Journey, y siniestro Mystery Man de la cinta Lost Highway. Solo espero que al final, cuando me tope con la muerte, le devuelva la sonrisa con un enroque, para ganar un poco de más tiempo.
Acá los trailer:
Det Sjunde Inseglet (El séptimo sello):
El Filme completó lo puede ver en este enlace:
- El séptimo sello
- Ingmar Bergman
- Det Sjunde Inseglet
- Antonius Block
- Max von Sidow
- muerte
- death
- Bengt Ekerot
- Woody Allen
- Bill & Ted's Bogus Journey