- Burbuja Pop
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Querido San Valentin: ¡Apestas!
Se acerca el día de San Valentín y se cumple otro año sin que lo celebre en pareja. De hecho este año le pregunté a Elbix, mi abuelita, si quería ser mi valentín y se rió en mi cara. Estábamos cenando cuando le pregunté, creo que mi hermana hasta escupió su agua de la risa (espurrir, pues). Incluso yo lo encontré divertido y ahora es una broma no tan privada.
No sé si soy yo la rara o si se me cayó un tornillo, pero me da mucha risa el Día del Cariño. Talvez sea el mecanismo de defensa para no ponerse triste de estar solo en esa fecha, aunque hubo un tiempo que me ilusionaba cómo loca al ver los regalos que podíamos hacer.
Elbix suele invitar a mi hermana y a mí, un día antes o después, a comer y mi mamá suele comprarnos dulces. Incluso cuando mi papá vivía, solía regalarnos algo simbólico o si caía entre semana también nos llevaba a comer algo. Podemos hablar sobre los regalos entre amigos que se suelen dar cuando estás en el colegio o en la universidad (cuando eran clases presenciales) pero ahora que lo recuerdo era poner a gastar a mi familia.
Pueden llamarme sarcástica o irónica si quieren. Pero mientras escribo esto, escucho las canciones más románticas y cursis que existen. No puedo evitarlo, me dan demasiada risa todo sobre el amor eterno y esas cosas. Ahora, hay algo que San Valentín deja y que es lo mejor para las personas dulceras, el día siguiente.
Probablemente el 15 de febrero es mi día favorito. Todos los dulces, chocolates, peluches y hasta tazas que no se vendieron antes de esa fecha están a mitad de precio. Talvez por eso, si algún día celebró el día del cariño, no lo haré el 14 de febrero, lo haré el 15 de febrero. Menos gente en los restaurantes, más baratos los regalos y menos tráfico.
Por otro lado, tengo que admitir que me encantan los papás que les regalan una rosa o invitan a comer a sus hijas. Después de que mi padre falleciera empecé a valorar más ese tipo de gestos.
Mis amigas me podrían contar lo que sus padres hacen por ellas en esa fecha y me hacen sentir felicidad y envidia de cierta manera. Es aquí donde hablamos sobre los daddy issues que me da eso y la constante búsqueda de una figura parental, pero talvez, guarde un poco para hablar sobre eso en el día del padre.
De todos modos no quiero que este texto sea tan antiamor porque también tengo mis momentos románticos y cursis, claro, cuando el amor no me da tanta cringe. De hecho, cuando estoy enamorada hasta la médula, puedo escribir novelas románticas que terminan siendo las favoritas de mis amigas.
Una vez me encontré un tweet que decía:
“Nos enamoramos de los personajes masculinos de los libros porque fueron escritos y creados por mujeres.”
Leí por ahí que nos enamoramos de cómo aman los personajes (masculinos) ficticios porque son, en su mayoría, escritos por mujeres. O sea, amamos la forma en la que las mujeres aman. Ahora no sé qué hacer con esa información y con mi vida.
— ㅎ (@PetitNuage_) February 7, 2021
Tiene mucho sentido ¿cierto? Tiene toda la razón, todavía no conozco una historia de la vida real en la que el badboy cambia por la nerd.
Aun así, si yo pudiera escoger mi historia de amor, tendría la novela de enemigos-amantes. Adoro con todo mi corazón ese tipo de historias, suelen ser graciosas, apasionadas y divertidas. Esa tensión, que en los libros suele ser sexual, en el ambiente y esas peleas me matan. Creo que me gustaría más que una historia en la que somos muy parecidos, ¡no gracias!
Pero bueno, sea cómo sea, espero que más de alguno tenga a esa persona especial para compartir un día romántico y de amor. Y si no la tienes, recuerda que el 15 de febrero es nuestro día.