Masacre psicodélica

Prepara tu alma para el desierto.

En la planicie de un gran desierto hay un hombre sentado frente a una fogata. Sus sentidos son alterados por invocaciones shamánicas, sus pensamientos se fragmentan al compás de la guitarra de un genio demente llamado Anton Newcombe. Una especie de ángel caído  desterrado hace mil años que junto con él cayeron otros de nombre Matt Hollywood y Joel Gion. Juntos fundaron en 1988, en San Francisco, Estados Unidos la máquina neopsicodélica experimental llamada The Brian Jonestown Massacre.

Banda que pareciera haberse congelado en la década del 60 e inspirándose en el nombre del guitarrista fundador de los Rolling Stones, Brian Jones y en el suicidio colectivo de Jonestown (El Templo del Pueblo) en la Guyana, dieron el nombre al grupo. De presentaciones en vivo intensas, a niveles performáticos capaces de romperse los huesos entre ellos mismos, en el nombre del rock n’ roll. Porque para ellos no hay otra manera. Todo es llevado al extremo en esta banda. En sus filas han desfilado hordas de músicos que han aportado diferentes texturas a la música del grupo. Otorgándole un sonido único.

Pero es Newcombe la mente maestra detrás de todo, su creador y alquimista de esta locura bastante ecléctica. Un maniático que se jacta de poder tocar más de 30 instrumentos, cosa que yo le creo porque me basta con escuchar obras maestras como Methodrone, Give it Back, Strung Out In Heaven o sus más recientes exquisiteces tituladas Revelation y Musique de Film Imaginé, este último a manera de soundtrack tributo, dedicado a los directores de cine del movimiento Nouvelle Vague francés. Una verdadera delicia auditiva como casi todo su universo discográfico.

Los sonidos alucinógenos llenan el aire y el hombre es sacado finalmente de su trance. Observa directamente a los ojos que arden en llamas, pertenecen a ese semidiós que a la vez desaparece caminando en la vastedad del desierto, con su guitarra al hombro. Sus pies empiezan a seguir las huellas que van marcando el camino a seguir. Al voltear la mirada, el hombre se da cuenta que no es el único que lo sigue. Habemos más y somos miles.

Sugerencia Sónica: That Girl Suicide, Wisdom, Going to Hell, Nevertheless, Days, Weeks and Months, Goodbye (butterfly), Straight Up and Down, Sailor, Just for Today.

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