¿El amor nos hace cometer locuras?

Hace poco más de una semana, Will Smith ganó el Oscar al Mejor Actor, pero a diferencia de otros que lo han hecho en el pasado su carrera no va ir para arriba sino todo lo contrario. A las pruebas me remito.

Me gustaría decir que el Oscar tomó por sorpresa a Will, pero la verdad es que si alguien sabía que iba a ganar esa noche era él. Había “arrasado” en la temporada de premios y lo único que tenía que hacer era verse bien y redactar un bonito discurso. En cambio, minutos antes de anunciarse su categoría, subió al escenario y le dio a Chris Rock una bofetada por hacer un chiste acerca de su esposa, Jada Pinkett.

Para quienes estábamos viendo la ceremonia fue un momento algo confuso. Recuerdo que yo estaba chateando con Berta, una colega, y de repente las dos dijimos: “¿qué acaba de pasar?”. No había sido broma, ni había sido actuado y el discurso de agradecimiento con un Smith lloroso lo confirmó.

“El amor te hace cometer locuras”, dijo Smith y yo lancé una carcajada. En estos tiempos, ¿es eso todavía una justificación para golpear a alguien? En Twitter, la sala de juicios más grande del mundo, la conversación comenzó casi de inmediato. Que si masculinidad tóxica, que si por fin había salido a la luz que era un hombre violento, que si le pegaba a Jada.

Al final me quedo con lo que dijo Gabriel: “Pobre pisado”. No me voy a poner justificar a Smith, no lo conozco, pero creo que todo se resume en que se dejó llevar por el calor del momento. En estos tiempos de corrección política todos diremos que estuvo mal y que hay que condenarlo, aunque ¿estamos tan libres de pecado como para juzgarlo? Quizá nunca hemos llegado a los golpes, pero tal vez sí hemos contestado mal o gritado cuando algo nos saca de quicio. Controlar los instintos no siempre es fácil.

Claro, tampoco creo que su actitud deba celebrarse. Oí y leí a gente, incluso mujeres, decir que si alguien te quiere debe defenderte como Will a Jada. ¿Todo bien en casa? Una cosa es que te defiendan y otra muy diferente es que para hacerlo deban partirle a alguien más. Hombres, esto ya no es el medioevo, y hay actitudes, especialmente las violentas, que están fuera de lugar.

También hubo gente que mandó a Smith a terapia. Obviamente la necesita (como todo ser humano moderno), pero tal vez antes de decirle a alguien que vaya, hay que mirarse a uno mismo en un espejo. Ahora todos somos perfectos y ninguno comete errores. Y está bien hacer esa clase de juicios con famosos, al cabo que nunca van a leer tus tuits, pero también los hacen con personas de círculos cercanos.

Honestamente, creo que Will Smith fue estúpido, su llanto innecesario y su disculpa tardía. Las consecuencias de un acto de ¿5 o 10? segundos están cayendo sobre una carrera que había logrado llevar de forma decente. ¿Habrá válido la pena? Supongo que lo único que hay aprender es que la ira nunca es buena consejera.