- De amor y otras drogas
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Ricos con mal gusto celebran la vida del feto ingeniero
Protestas provida en Guatemala, una lectura de lo que destilan.
En Guatemala aplica muy bien eso de “parece chiste pero es anécdota”. La última de estas anécdotas es que en un país con altos índices de desnutrición, embarazo en menores de edad (entiéndase producto de una violación) y acceso desigual a las vacunas, entre otras joyas, a un grupo de guatemaltecos se les ocurrió armar el domingo último una caravana “por la vida”. Pero no por la vida de todos los niños que en lugar de estudiar trabajan, ni por las mujeres violentadas, ni por los que piden limosna por las calles, más bien era una caravana para defender la vida del no nacido. O como a mí me gusta llamarlo: del feto ingeniero.
Si alguno se topó con la “caravana” habrá notado que fácilmente podía confundirse con una exhibición de carros de alta gama, con la diferencia de que estos iban adornados con globos, banderines y stickers que, según reportes de prensa, provenían de kits que una asociación vendió por Q95. Porque bueno, el dinero no compra el buen gusto, ¿verdad? Dentro de ellos, adultos y niños, blancos y rubios en su mayoría, lucían prendas y pañuelos celestes y sendas sonrisas. Realmente las imágenes parecían recién salidas de la revista Hola!, solo que con el hashtash #GuateEsProVida. Pues qué fácil es ser provida desde tu BMW, amigo, así cualquiera.
Obviamente este espectáculo circense tuvo otros detalles de pésimo gusto. Por ejemplo, el descaro de pegar unos cartelitos que decían “Pro Vida Pro Mujer”. ¿Qué? Sí fueran pro mujer recordarían que solo la mujer debería tener derecho a decidir sobre su cuerpo, porque no todas son aptas para traer niños al mundo. Claro, acá es donde me pueden rebatir con “¿Y por qué no se cuidan entonces?, usen condón”. Pues porque de ese discurso también se ha apoderado la clase dominante y la iglesia cuando se opone a que la educación sexual sea parte del pensum de estudios. No, no porque ignoren la salud sexual se te van a quitar las ganas de coger.
Pero de vuelta a los ricos con mal gusto, entre sus suvenires también llegué a ver la figurita de un feto de unos 7 centímetros aproximadamente. ¿Poooooor? Era la versión en 3D de uno que salía en mi libro de Ciencias Naturales justo en la página en la que un niño le “narra” a su mamá lo feliz que está de estar dentro de su panza, luego se queja de los gritos y después grita “mi maniitaa” cuando lo están abortando. ¿Cómo porqué eso debía estar dentro de un libro de Ciencias Naturales? Cosas solo vistas en Latinoamérica, amigos… o más bien, en el tercer mundo. Ojalá los de la caravana guarden la figurita y el próximo año se lo metan a su Rosca de Reyes. Con suerte alguno se traga al niño (otra vez).
A los whitemalan provida les gusta hacerse selfies y así fue como me topé con una doña con la que compartí aula en la Universidad de San Carlos y que por esos tiempos ya era doña y presumía de tener una columna en un medio de comunicación. Su lema del domingo fue “Lista para escribir un nuevo capítulo en la historia”. Órale señora ¿va llevar a la Sele de Futbol al Mundial o algo así?
Otra frase imperdible que vi el domingo por las redes fue la de “Incluso la persona más pequeña puede cambiar el curso del futuro”. Pues sí, en caso que la gestante sea una adolescente que ya no podrá continuar sus estudios, claro que su futuro va a cambiar PARA MAL. El propósito original de la frase también me hizo pensar en el feto ingeniero, un meme surgido hace algunos años en Argentina, cuando un provida llevó una pancarta con la imagen de un feto y la frase “Quiero ser ingeniero”. Wow, suertudo el conjunto de células que ya sabía qué quería ser de grande, porque yo llegué a los 18 años sin tener muy claro qué quería ser de adulta.
Para mí, ser provida empieza por defender la calidad de vida de los que, de hecho, están vivos. Se me hace un descaro ir en tu BMW apoyando “las dos vidas”, pero pagarle una miseria a la señora que trabaja en tu casa, regatearle al muchacho que vende agua pura en el semáforo bajo el sol o decirle a tu hijo que no se junte con “el becado” porque no es blanquito como él. Si ese es tu caso, no eres provida, solo eres antiderechos. Seguro les sorprenderá saberlo, pero ninguna mujer aborta porque amaneció con ganas de hacerlo o porque está de moda, así que lo mínimo que debería existir es un espacio seguro donde hacerlo.