101 recuerdos que quizá no pasaron

Un ejercicio que todos deberían hacer.

Recuerdo a mi abuelo en su locomotora diesel.
Las cuatro veces que casi me ahogo.
Mi primera inyección de penicilina.
La mirada de los estudiantes fascinados con mis palabras.
Los amores imposibles.
Todas las veces que busqué al diablo y nunca apareció.
Los favores que pedí a Dios y nunca cumplió, no eran gran cosa para él, pero para mí sí.
Recuerdo el centro comercial Mol, vi la primera computadora apple, era 1989.
Recuerdo los anuncios de Marlboro y los de Rubios... eran geniales.
Recuerdo los bares La Tasca y La Caseta en la zona 10, también de la tiendita del Sol y la Blanquita.
Nunca olvidaré a Mishogato cazando zanates en el patio de mi casa.
Recuerdo los malos chistes de mamá.
No olvidaré la escuela de párvulos Antonio José de Irisarri.
Los 14 de septiembre en los que me tocó desfilar.
Recuerdo pagar Q0.35 de pasaje en las camionetas junto a mi hermano.
No olvido el anuncio de Big Mac Tonight.
Recuerdo los remordimientos que a veces me roban el sueño
Recuerdo la primera vez que fui a Pana y dije: “¡Tanta mierda por este lago!, ¿Pero si es solo un lago?
Recuerdo que mi meta de vida era matar a Koopa.
Me acuerdo de leer Barbuchin.
La sensación de terminar de escribir mi primer libro.
Recuerdo la primera vez que fui al cine.
Recuerdo El libro Jesús murió en milpas altas y muchos cuentos más.
Recuerdo la lucha de He-Man y Skeletor en el desfile de Paiz, fue alucinante.
Recuerdo cuando me olvidaban en la escuela.
Aquella vez en que los estudiantes del Central llegaban a somatar y romper vidrios en el Colegio san Sebastián.
Recuerdo Buenaventura, el único parque de diversiones que conocí siendo un niño.
Recuerdo a Astrid.
Cada mujer que dijo que no.
Recuerdo la emoción de los proyectos universitarios.
La televisión en blanco y negro en la que veíamos caricaturas.
Recuerdo llorar con la muerte de las mascotas de Remi.
Del olor del quirófano.
Recuerdo lo rica que es la anestesia.
Cuando mi vida cambió desde que oí por primera vez a Radiohead.
Me acuerdo de mis días de Scout en Muxbal.
Esa vez que Rebeca escupió un coágulo de sangre a mitad de la calle.
De los helados Scribona.
del primer abdomen que besé.
La primera vez que vi la Vía láctea.
Sus lágrimas de placer.
Recuerdo la primera vez que desee morir, fue antes de la adolescencia.
La mirada de desprecio de mis primeros suegros.
la música de los años 90.
Entre otras cosas, recuerdo que de niño quería ser policía.
recuerdo la primera borrachera escuchando Metallica. Sad, but true.
Del sonido de la VHS al recibir una cinta.
Recuerdo la melancolía de querer vivir solo.
Recuerdo los amores malditos.
Pasear los domingos en los Chopper de la fuerza aérea.
Recuerdo la caída del Muro de Berlín transmitida en canal 7, también de las noticias con los bombardeos en Kuwait, era como Space invaders.
Recuerdo una noticia sobre unos gemelos que nacieron unidos en el Roosevelt.
De la primera vez que vi Mtv, con Beavis and Butthead.
Del mundo de Wayne.
De las largas jornadas de animé en el canal Locomotion.
De la estrella fugaz que ví una noche estrellada en la finca.
Cuando me empezó a gustar la música de JoséJosé
Cuando a los 7 años mi hermano menor intentó manejar el carro.
Cuando con mi primer salario compre el Gameboy que aún juego.
Esa canción de Bob Dylan que jamás olvidaré.
Cuando a Tom Waits le dio por aparecer en mis oídos.
Aquella manifestación donde casi nos linchan con Eduardo (Jueves negro)
Las excursiones con los de la U.
Recuerdo la primera vez que fui al Mapa en Relieve.
Recuerdo el éxito efímero de 4 Grados Norte.
La vez que vi los ojos de Santa Lucía en la iglesia de san Sebastián.
De cuando creía en Dios y todo era peor.
Recuerdo mis ganas de conquistar el mundo.
Recuerdo las amistades que han muerto, y lo celebro.
Recuerdo las traiciones.
La antigua carretera al puerto y a su Quetzal de piedra.
El primer funeral al que asistí.
Todos los muertos que vi cuando era acólito.
Cuando grababa canciones de la radio en casettes.
El primer asalto.
Tenía 13 años... y conocí el mar.
Aquella banda llamada The Sacados y a los New kids on the block.
De la madrina Carolina.
De las charlas interminables del cine con los amigos
Recuerdo las sorpresa con las películas de Lars von trier
Recuerdo el terror de leer a Lovecraft
Recuerdo la sensación de estar drogado frente a la Policía
Cuando todo lo que estaba en televisión era satánico
Recuerdo la primera persona que vi morir.
Recuerdo despertar en un avión y ver la ciudad de noche.
Recuerdo caminar bajo la lluvia, de noche con música en los audífonos y sentirme seguro.
Salir de una depresión y sentir que todo iba a estar bien.
Recuerdo la vez que entendí “cuidado con lo que deseas, porque se puede realizar”
Recuerdo las calles de la zona 1 por la noche.
Recuerdo salir a correr en el Cementerio Los Cipreses.
Recuerdo mi primera cobertura, fue de Guerreros del Metal.
Recuerdo la primera vez que jugué con un arma.
A McGyver salvando al mundo junto al Lobo del Aire y los Magníficos.
Recuerdo las casas con antena parabólica y desear vivir en una de ellas.
Recuerdo las borracheras con los amigos de la zona 5.
Recuerdo a mis amigos hipócritas decirle a sus hijos que jamás bebieron antes de la universidad.
Recuerdo estar con sueño viendo el reloj esperando que llegara año nuevo.
Recuerdo el concierto de Metallica.
Las noches que pasé trabajando en la librería.
Recuerdo los amores efímeros en el bus.
La espera de la llamada que nunca llegó.

Última modificación Viernes, 24 Junio 2022 00:20

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Gabriel Arana

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