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CANELA
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Quiero aprisionar aquel septiembre del 2000.
Tú,
una imagen bella,
tibia como la brisa del mar en un atardecer de verano con chispas de soledad;
yo,
unas letras que surgieron sin mayores sueños que los de existir efímeramente en ti.
Quiero aprisionar aquel camino gris con luces
y aquel espacio que por unos segundos nos hizo uno.
Quiero aprisionar la oscuridad de aquel espacio de cinema y
redescubrir la suavidad de tus labios de mujer.
Vengo retrocediendo en el tiempo, pero avanzo al mismo tiempo
y te veo a mi lado,
caminando por unas calles que no terminan de ser nuestras,
de soledades relativas entre revistas,
de charlas entrecortadas,
de besos a medias,
de caricias que no logran madurar.
Quiero aprisionar tu cabello entre mis dedos,
tus ojos en mi mirada,
tu sonrisa entre mi boca
y tu cuerpo entre mis ganas y ansias.
Acuso un deseo de tomarte completa para mí
y perderme entre el vértigo que imagino en tu piel,
en el huracán que sospecho provoca una cama contigo,
en el torrente de laberintos para descubrir en tu carne.
Quiero aprisionarte entre mis brazos,
que no puedas escapar hasta que ya no tenga fuerzas para asirte,
hasta que se acabe tu mirada,
hasta que aquel septiembre se me olvide,
hasta que aquellas otras tantas letras no sean reales,
y dejen de ser vigentes.