Deerhoof: escucha la pezuña del venado

No es común que una banda de rock permanezca unida por 20 años, que mantenga intacto el espíritu de experimentación y diversión con el que empezó, y siga haciendo música fresca y revolucionaria con cada disco. Deerhoof no es una banda de rock común. Esta es la mejor banda de rock que probablemente nunca han escuchado. 

La verdad es que utilizo el término rock con fines prácticos; Deerhoof bien podría ser un nuevo género en sí mismo. Sus composiciones fusionan rock alternativo con jazz, punk, pop, electrónica, noise, shoegaze, math, funk e incluso ritmos latinos. A veces es todo eso al mismo tiempo.

Si hay una palabra que pueda usar para describir al menos 13 discos y más de 20 años de carrera, esa palabra es “impredecible”. Cada disco es un comienzo desde cero. Cada canción cambia en el momento menos esperado. En sus álbumes no hay desperdicio alguno, no hay canciones de relleno, cada minuto de música es una joya sónica. 

La química entre sus integrantes es incuestionable. Se percibe en la música, pero sobre todo se puede apreciar en sus videos de ensayos o presentaciones en vivo: improvisan, se sorprenden y ríen cuando alguien toca algo espontáneo.

John Dieterich y Ed Rodriguez destilan creatividad en la guitarra. A veces arrojan en una canción suficientes riffs de guitarra como para llenar discos completos de bandas menos ambiciosas.

Greg Saunier destroza su minimalista set de batería. La configuración cambia todo el tiempo, pero casi nunca está compuesto más que de bombo, redoblante y un par de cimbales. El tipo es extremadamente hábil, creativo y rápido, a menudo espera el último instante posible para golpear con la baqueta, o inserta múltiples golpes en espacios ridículamente apretados. 

Aquí viene la parte donde ustedes quizá pierdan el interés en la banda: Satomi Matsuzaki, bajista e improbable Frontman, canta con una voz chillona y un grueso acento japonés que incomoda a muchos. Les ruego no cometer ese error. Su voz de personaje de caricatura no sería un buen ingrediente en una banda más tradicional, pero en este grupo de freaks estridentes e innovadores es justo lo que el doctor recetó.

No escribo más, escuchen ustedes mismos en este playlist que les he preparado.

Me temo que si no les gusta lo que oyen, no podremos ser amigos.