Eduardo Villalobos

Nosotros y la cultura

Hace poco hablaba con un amigo acerca de la difícil situación de lo que llamamos “cultura erudita” en Guatemala.

Lo de siempre: no hay un mercado editorial consolidado, no hay teatro, espacios para los músicos, no existe lo que en otros lados se llama “movida cultural”. Le dije que a pesar de todo sí hay gente que genera propuestas y espacios, que existen iniciativas muy novedosas en diversos ámbitos, pero mi amigo insistía en apelar a otras realidades, y es evidente que las carencias acá sobrepasan a los esfuerzos.

Guatemala es un páramo en muchos sentidos. Eso ya lo sabemos. Vivimos entre la ignorancia y el abandono, entre la desilusión y una increíble esperanza. Hay que sobrevivir y, si lo logramos, entonces podemos pensar en el ocio, en la formación, en el pensamiento. Pero hay una pregunta que deberíamos hacernos: ¿qué tanto apoyamos nosotros mismos, los que nos decimos interesados por lo artístico, las propuestas que se generan en el país?

He conocido personas que viven en el “mundillo cultural”, pero mejor digamos en las fiestas que rodean esos espacios. Les interesa mucho, aparentemente, el trabajo de los artistas, pero en lugar de comprar sus libros, su música, su arte, solamente parece interesarles echarse una cerveza con quien consideran importante. Hay otros que ponderan. Establecen su propio canon. Todos son malos excepto uno o dos, generalmente sus amigos. Y hacen que su “docta opinión” se reproduzca sobre otros que, sin mayor criterio, la aceptan como si fuera la ley escrita en piedra. Y esto afecta el mínimo rédito económico que pueden llegar a tener las empresas culturales en esta sufrida nación.

Y nunca faltan los que piensan que un libro, una obra, un concierto de artistas locales debe, de cajón, ser mucho más barato que uno de otro país, como si lo nuestro fuera un subproducto. Ya sabemos que hay cosas en Guatemala que tardarán en cambiar décadas y generaciones, pero algo podemos hacer nosotros, los que estamos interesados en todo esto. Y una es comprar las novedades editoriales que nos interesen, conocer a los nuevos autores, revisitar nuestros clásicos en nuevas ediciones, ir al teatro, apoyar a los artistas plásticos y tantas otras actividades que, seguramente, estimado lector, ya está imaginando.

La idea es consolidar un movimiento, que es necesario además por su capacidad de reflejarnos e iluminarnos. Es fortalecer, por qué no, un mercado que les permita a nuestros artistas sobrevivir dignamente. Es apoyar la luz. Es huir de la sombra.

(0 Votos)

Deja un comentario

Asegúrate de ingresar todos los campos marcados con un asterisco (*). No se permite el ingreso de HTML.

  1. Lo más comentado
  2. Tendencias

Lluvia

0

Por Álvaro Sánchez

GENTES

0

Por Rubén Flores

ELECTRIC HEAD

...

Por Dr. Gonzo / IA

NIN: Clavos de nueve pulgadas

Aquellos jóvenes inconformes e insatisfechos.

Por Álvaro Sánchez

Ese miércoles infernal presencié un mila…

Historias insólitas de ciudad.

Por Gabriel Arana Fuentes

22 AÑOS...

...

Por Rubén Flores

next
prev