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Kevin Gutierrez Flores

La base de tu armonía

Reconocer tus limitaciones es el primer paso.

Soy ese tipo de persona que en un momento, puede mandar todo a la mierda. ¿Te ha pasado que tienes tu cuarto muy ordenado y de la nada ya es un desastre? Si esto es así, es por que al igual que yo, eres del tipo de persona que acumula hasta más no poder. No digo que acumular sea malo o bueno, al final es tu desicion. Sin embargo, hay que hacer énfasis en que reflejaras como te sientes en el interior. ¿Recuerdas? A toda acción hay una reacción, lo dijo Newton en su tercera ley y sino, yo te lo recuerdo.

Nos han llamado amargados, estresados, histéricos, mala copa, entre otros. Caemos en pensar que así somos. El problema es que no analizamos nuestra realidad. Por que tire a mi hermana del tercer piso cuando ella solo quería saber la hora. Son bromas, eso nunca pasó. Sin embargo, muchas veces reaccionamos mal ante situaciones que no lo ameritan.

Por ejemplo una vez mi mamá me preguntó:

¿Me contaron que te vas a mudar?

A lo que respondí:

Me cae mal que se metan en mi vida, de plano ya me han de haber pelado.

En el momento no pensé lo que dije, todo fue automático. Después de eso me sentí mal y por vergüenza no pedí disculpas. Eso fue otra piedrita al camión de tres toneladas que a veces andamos cargando.

¡No te culpes! ¡No te juzgues! y no dejes que alguien más lo haga. Al final del día, solo tú conoces tu realidad. Posiblemente tu semana fue complicada. Quizá no se te dio lo que tanto esperabas. El trabajo soñado, el amor de una persona, perdiste tu teléfono, se perdió tu lápiz favorito que guardas desde hace años. Quien te quiere sabrá entender y no juzgará por lo que estás pasando. Sea cual sea tu problema, es tu problema y es importante para ti.

Lo importante es que al final del día aprendas a meditar. Como dijo San Ignacio de Loyola “El examen de conciencia es siempre el mejor medio para cuidar bien el alma”, no todo será bueno o malo, la vida es una montaña rusa de emociones. Lo importante acá es comprender que los sentimientos son momentáneos. No eres amargado, estresado, histérico o mala copa. Eres una persona que está pasando por un mal momento. Cuando salgas de ese mal momento la gente verá quién realmente eres.

Hasta entonces enfócate en ti, diviértete, date otra oportunidad. Se feliz, llora, ríe y disfruta cada momento ya que solo vives una vez. Conócete, ten un cita contigo mismo, enamórate. Cuida de ti, consiéntete. Pregúntate cada noche cómo te fue y recuerda todo lo que hiciste bien, eso te cargará de energías. Archiva todo lo malo pero tenlo presente, porque posiblemente en algún momento llegues a necesitar esa experiencia. No te compliques ni le des tanta vuelta a un asunto. OCUPATE no te P R E - OCUPES. Haz lo que esté en tus manos y no te culpes si fallas porque lo hiciste con la experiencia que tenías en ese momento.

Como les digo hay veces en los que mi cuarto es un desastre y no quiero estar en él. La clave está en tomar valor y limpiarlo. Sé que nadie quiere hacerlo porque toma tiempo y energía. Pero al final del día, es tu espacio. Un espacio dónde puedes recargar tus fuerzas pero también puede llorar y desahogarse. Recuerda cuidar ese cuarto como si fueras tú y lograrás encontrar en él la base de tu armonía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Última modificación Miércoles, 30 Septiembre 2020 10:53
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