Cuando Locomotion nos dejó huérfanos

Si rondas los 30 años, o ya disfrutás de los 40 y centavos, puede que si te pregunte ¿Qué tanto extrañás Locomotion? Despierte un vacío en tu interior. Sucede que este canal fue un parteaguas en las televisiones de todos los adolescentes de Iberoamérica, y tristemente nos lo arrebataron. Nos quitaron a nuestra madre y padre. Es que era un canal mesiánico, por fin llegó a la triste programación de cable una opción televisiva que nos permitía tener caricaturas 24/7, por eso le rendíamos culto. Nos abrió la puerta a un mundo maravillo, oscuro y ridículamente entretenido: ¿Se recuerdan de Shin Chan y su baile?

Recordemos. Era la segunda mitad de los años 90 y este canal nos abrió los ojos, nos educó. Con él entenderíamos que no eran caricaturas, que eran animé, que su origen era el manga y que si le había ido muy bien en ventas impresas se convertía en serie de televisión. Por tanto, todo lo que veríamos sería genial.

Sí, estaba el antecedente de MTV y sus programas como Aeon flux, Ren and Stimpy, Daria, Beavis and Butt-Head y Chico Migraña pero cuando Locomotion llegó, sería el equivalente a ese escopetazo que te destapaba la tapa de los sesos con información y entretenimiento.

TV Nacional, TV Aburrida

La televisión abierta nos ofrecía muy poco, y desde la década de los años 80, en muchas naciones del continente, solo nos daban fragmentos diarios con contenido animado y a veces, los sábados por la mañana. Era de agradecer que Los Caballeros del Zodiaco y Dragon Ball (también Z y GT) llegaron a nuestra vida, pues antes de ellos, se sabía de una tal Candy Candy y un mecha que nos había salvado la vida incontables veces en la década de los 70: Mazinger Z. Locomotion por el contrario, era ese vellocino de oro que pasaba intermitente sus programas. ¿Acaso no hacíamos las tareas del colegio viendo series? ¿Cuántas veces vimos el Barón Rojo?

Ponías TV Nacional y la programación te hacía llorar sangre, con Locomotion, todo era felicidad. Su punto de partida fue el slogan, y es que eso éramos, adolescentes que queríamos ser jóvenes adultos, y la programación nos ofrecía justo eso. No eran las series edulcoradas de Cartoon Network (Adult Swim no se sintonizaba aún). Pero acá, en ese canal sudamericano podíamos ver historias interesantes, violencia, erotismo y comedia. Es que hasta los anuncios eran divertidos. Ni eso nos queríamos perder.

Las cortinas maravillosas de Locomotion

Shinji, ¿cómo te digo que te aborrezco?
Todos los anuncios eran interesantes, acaso no memorizamos aquello de: “La serie de animación japonesa que ha explotado la duda mística de la civilización occidental ¿El hombre es una obra de Dios? ¿O es este un producto del hombre?

Evangelion, la Tierra sin Dios

¿Cuántas veces no vimos Evangelion? La serie de 26 episodios la repetían una y otra vez, y ahí estábamos, como aquel episodio Un instante, una mente al unísono, en el que se hacía lo mismo a modo de programación. Incluso el doblaje, la voz en off del narrador, o como presentaban los nombres de cada episodio. “Un techo desconocido”, “Rei, al otro lado de su corazón”, “La bestia que gritó "yo" en el corazón del mundo”.

Hace como 10 años, diré que pasados los 20, volví a ver la serie. No sé ustedes, pero dan ganas de meterse a la historia y obligar a Shinji a que entrara en razón. Claro, no con un beso como lo hizo Misato, más bien, al modo de Asuka, con un kato a la nuca. ¿Es que acaso sus cobardías no eran insolentes? Te preguntabas por qué el segundo impactó no se lo llevó.

Los dioses de la programación
Junto a Evangelion, en mi opinión, tres sagas más formaban el Olimpo del entretenimiento Locomotion: Akira, Ghost in the Shell y Cowboy Bebop. Las joyas de la corona de su parrilla de programas.

Y es que hablamos de un fenómeno que ocurrió en 1999 y 2000, y al menos en Guatemala (no sé ustedes, amigos de otras naciones), solo había un grupo dedicado a la promoción de animé, se llamaba Argos, y en su primera convención, a la que fuimos como 100 personas -en 1999 o 2000-, no recuerdo bien el año, buena parte de los que estábamos, hablamos de la programación de Locomotion, porque era lo único a lo que teníamos acceso.

Comercial Akira

El Intenet comenzaba a dominar las calles, los cafés internet aparecían como hongos y los seguidores de este canal, íbamos a buscar información de las series, así conocimos foros e incluso tuvimos nuestras primeras relaciones a larga distancia, en chats de animé con gente de Argentina, Colombia o México, Locomotion nos acercó a eso de la Aldea Global que nos explicarían años después en la universidad.

Aporte estadounidense
Pero no solo programación asiática, también estaba el aporte de series para adultos, pero animadas. Duckman, era una serie que se transmitió a las 22:00 horas, en el canal USA y tan solo 5 años después, estaba en Locomotion, con uno de los mejores doblajes que una caricatura puede tener (la voz de Ruben Rabasa es insuperable). Y lo mejor, tanto como Duckman, The Maxx, Doctor Katz y similares, fue nuestro primer acercamiento a la filosofía y al existencialismo, por si se nos había pasado esa forma de explorar la realidad en Ghost in The Shell.

Reflexiones de Duckman (Locura de la Vida Moderna)

Duckman era un pato acabado, padre de tres hijos, en dos cuerpos (Charles y Mambo eran mellizos con un cuerpo) pero este pato maldito en cada episodio sufría una epifanía, una iluminación con la que criticaba a la sociedad y que pensamos que jamás no ocurría. Pero viene la vida y ahora, pasados los 30 lo entendés más al pobre pato, incluso te da ternura ver su sensibilidad bajo una gran costra de patanería. Lo que intento decir es que Locomotion fue un presagio con “muñequitos” de lo que podría ser la vida de adultos, en fondo claro está, no en forma, fuimos una generación afortunada ¿Acaso no seríamos otros si no hubiéramos tenido ese canal tan a la mano?

La animación es “luz motorizada” decía otra de sus cortinas, y luego empezaba South Park, otro doblaje genial que luego destruirían (El primero fue el mejor). Pero ese es otro tema. Entramos en el nuevo milenio y el apogeo de Locomotion era más evidente en Internet, los foros eran cada vez más grandes. Pero como todo lo bueno, tiene que terminar, un gigante de la televisión decidió comprarlo. Quizá si no hubieran transmitido las historias censuradas (como el caso de Evangelion y Akira), no les hubiera llamado la atención y aún lo tendríamos.

Ocho años tenía de nacido el canal y poco a poco, como un caballo de Troya fueron cambiando la programación. Las series no eran necesariamente buenas, pero si dejaban de ser triple A, en mi humilde opinión. Para hacer esta nota recuperé archivos viejos de cosas que jamás publiqué, o publicaré acerca de este canal, y comparando, estoy casi seguro que la cronología que hay de Wikipedia de la parrilla de programación está errada, pero no tengo como demostrarlo, en ese caso sí dudo de su contenido.

Si fuiste fan del canal, y lees la cronología verás que hay muchas series que no encajan en tus recuerdos. Te invito a que vayas y hagas la prueba. Digamos que las cosas no cuadran.

Cambié de tema rotundamente, porque no quiero hablar de la muerte de Locomotion, porque eso hicieron al venderlo. Animax…. ¿qué carajos pasó? El nombre pintaba bien, podía ser un buen Locomotion 0.2 pero no, la destrucción parecía que era permitida. No solo veníamos de recuperarnos de la destrucción de MTV Latino para que luego nos cayera otro golpe a los riñones… y por la espalda, de pronto un nuevo canal, con nueva programación. Simplemente no la vimos venir. Se nos murió un padre con Locomotion.

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El uso de la luz en Akira


Recuerdo que en esa época ya trabajaba en un medio de comunicación y la prensa del canal Sony se realizaba en Costa Rica o Panamá, uno de esos dos países. Mi indignación fue tanta que tomé el teléfono y llamé para pregunta qué demonios era lo que estaba sucediendo, en buen español ¿qué le habían hecho a mi canal?

Cowboy Beebop, anuncio de Locomotion

La respuesta fue parca y directa: “joven, según el estudio que se realizaron, nuestro público ya no desea ver “caricaturas” para niños y por eso es que ahora será un segmento de madrugada y luego, quizá desaparezca...” suspiro ahora al recordarlo de nuevo. Fueron las palabras más frías que escuché usando el teléfono de la empresa para hacer llamadas internacionales.

En fin, para recordar podés ver documentales de Locomotion, hay varios en YouTube acerca de este canal, y muchos tiene de base los datos de Wikipedia, por ejemplo

pero no por eso dejan de ser buenos. Son evidencias regionales de un canal que ahora sería, a la par de Netflix nuestra opción predilecta. Porque al final, Locomotion fue una guía que nos abrió un camino, pues no hemos dejado de ver animé, claro es más difícil ahora, no por acceso, sino por inversión de tiempo, la vida te obliga a ser adulto.

Ahora se trata de buscar breves momentos de esparcimiento, en la oficina, en el baño, al hacer cola en el supermercado, acudimos a plataformas como Animeflv.net para encontrar aquel espacio nuestro, uno que ya no tenemos en la TV. Locmotion se fue para ya no volver, tenemos que cargar con ese peso.

Las bandas sonoras que debés escuchar. Si no te propongo spotify, es porque no hay.

Este texto fue publicado en el extinto sitio Geektenango en 2016.