Revisitando el Hotel Overlook

Para leer esta columna te recomiendo escuchar la banda sonora de la película 

Ya hace un par de años que no visitaba el famoso Hotel Overlook, ya que este nunca abre en invierno. Sus largos pasillos te reconfortan, haciéndote sentir como si nunca estuvieras solo. El gran laberinto frente al hotel te brindará horas de diversión, eso sí, siempre y cuando no se te enfríe la cabeza. Al entrar al Overlook reconocerás las mismas caras amigables de las personas que trabajan ahí, como si siempre hubieras sido parte de este. Mi único consejo es que nunca alquiles la habitación 237, ya que hay una inquilina que se rehúsa a abandonarla.

Estrenada en 1980, The Shining es una de esas películas que todo amante del cine tiene que ver. No solo porque es una de tantas obras del maestro Stanley Kubrick, si no porque es un ejemplo de dirección, ambientación y de cómo adaptar una obra. La película está basada de la novela homónima, escrita por Stephen King, y cuando uso la palabra Basada es porque realmente Kubrick solo uso la superficie de la novela como inspiración.

The Shining nos presenta a la familia Torrance: Jack, el padre, un escritor que acepta trabajar como cuidador del Hotel Overlook para intentar combatir su bloqueo de escritor. Wendy, la madre, codependiente pero siempre dispuesta. El último integrante es Danny, el hijo. Danny no es como el resto, este posee un poder psíquico conocido como resplandor o Shining. Junto con Jack, al resto de la familia Torrance se le encarga cuidar al Overlook, sin saber que poco a poco este dejara de ser el agradable escape que buscaban, y se convertirá en una completa pesadilla.

Jack Torrance es, sin duda, uno de los mejores personajes de Jack Nicholson. Desde un inicio podemos ver en la cara del actor que este no es un personaje muy sano de la cabeza, y el Overlook solo termina de quebrarlo. Lo mismo se puede decir del resto de la familia. Shelley Duvall personifica a Wendy como una esposa cariñosa que está consciente que no recibe lo mismo de regreso, pero aun así se mantiene fiel a su esposo. Wendy es la que más aprovecha el hotel. Se le puede ver aprendiendo a usar el radio, mecánica, preparando alimentos en la cocina industrial del hotel, entre muchas otras cosas. Mas Danny nunca se siente bien en el Overlook. A pesar de que lo vemos paseando en su big wheel, tanto el espectador como él saben que a la vuelta de la esquina puede haber algo esperándolo.

No es la película más aterradora de la historia pero sin duda sabe incomodar al espectador. En escenas como las de las gemelas, la pelota de Danny, y la habitación 237 podemos llegar a sentir un vacío en el estómago que nos hará mantenernos agarrados a nuestro asiento, todo perfectamente acompañado de la banda sonora.

En la semana del 24 de octubre se reestrenó a lo largo de los cines del mundo, incluyendo Guatemala, justo para el estreno de su secuela: Doctor Sleep. Tuve la oportunidad de verla en una sala completamente vacía, en la que cada escena perturbadora me hacía subir las piernas a la silla y morderme las uñas. Sin duda alguna esta es una película debe experimentarse en en cine.