Una Toma de Posesión al estilo Guatemala

Amanece el día nublado y fresco, hay helicópteros pasando de un lado a otro de la ciudad a pesar de que las calles están cerradas para ellos.
El privilegio del privilegio, -podrán responder que es por precaución- ¿pero será? ¿no ven que ya no llueve? ¿No ven que ya no es como era? ¿no ven que es enero y no hace frío?, en fin.

No tenía la expectativa de que todo fuera como se supone que debería ser, en este bonito país, nada es así y vaya que así fue.
Y es que no sería la primera vez que vemos circo en el Congreso, pero lo que sucedió el 14 de enero de 2024 antes y después de las 14, sobrepasó mis expectativas, hasta final de película nos ofreció.

En el teatro la nada, la delación de todo, la pérdida de tiempo, la mala organización, que tuvo a docenas de periodistas de todos lados y gente como yo, haciendo nada esperando a que algo pasara, algo bueno, algo malo, algo.

En el Congreso la cosa era otra, ni paciencia, ni civilidad. -Y aquí me gustaría hacer un paréntesis: si alguno de los que me lee tiene a bien pensar que es lamentable la actuación karateca de Jonathan Menkos, la pelea al estilo novela de TV Azteca entre Gracy de León y Helena Mota, y demás momentos memorables que ahora forman parte de la historia de Guatemala- creo que se equivocan. Fue hasta necesario, pues era obvio que, si no era así, violento, dramático y contundente, la cosa no iba avanzar, usar la forma de los golpistas.

¿Se acuerdan de la tercera ley de Newton? Toda acción obtiene una reacción opuesta e igual. Eso fue el resultado natural de lidiar con congresistas sin educación (aunque tengan título) ordinarios en su pensar, sentir y actuar, frívolos y superficiales, que en lo absoluto están conscientes o les interesa siquiera comprender la enorme responsabilidad que implica su acreditación como diputados. La importancia para el desarrollo de Guatemala y el peso histórico de sus acciones.

¿Y cómo? si no están allí para eso, están para pagar a sus financistas y palanqueros y quedarse con el raspado de la olla. Olvidables y desechables.

El berrinche y la falta de respeto era de esperarse, desde junio y antes, hemos sido insultados de todas las formas habidas y por haber, con faltas de respeto institucionales de todos colores: Pasivas unas, como no llegando al pleno, no sabiendo, no respondiendo, no cooperando. Obvias y clásicas como sobornos (una maletita con medio millón de quetzales ¿alguien?), este partido no me gusta: fuera. Negación de expedientes, allanamientos injustificados, retención de información. Y las brutales y violentas: la detención de estudiantes, maestros, abogados, y profesionales, sin razón que justifique.

¿De verdad alguien esperaba de ellos elegancias, decoro o fineza?

Yo no.

Y como el mejor plot twist de película de acción, drama y karate; Samuel ganando como presidente del Congreso y juramentando a su compañero de campaña, con la banda celeste y blanca puesta a deshoras, ya sin ningún rey que aplauda y el presidente de Chile, Gabriel Boric, que como todos también tenía que trabajar lunes.
Una película dominguera donde -a pesar de todo- al final todo sale bien. Con soundrack de la FM de Zacapa y un buen cumbión.