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¿Me arrepentiré de no ser madre?
Ana tiene 73 años y en su juventud, allá en la década de los años 60 y 70 fue considerada una mujer innovadora y libre en la sociedad guatemalteca. Trabajó para ella, viajó por el mundo hasta el cansancio y cuando le preguntaban por la maternidad o por tener pareja solo reía. “Pues no se dio, ¡qué le diré!” luego encendía un cigarro y reía, o así fue hasta finales de los años 2000.
Ahora parece que el tiempo le pasa una factura emocional. Vive sola en un pequeño apartamento y solo tiene su jubilación. Abrazó el catolicismo como su refugio, y en un círculo de amigas, de las que ya sólo sobreviven tres -de las 10 que eran- se lamenta de su decisión y de su soledad. “Fui una tonta, ¿Por qué no me embaracé? ¿Por qué no tuve hijos?”,
su historia provoca estos cuestionamientos:
- Tiempo: ¿Cómo ha influido la decisión de no ser madre en tu identidad personal y tu sentido de propósito en la vida?
- Los demás: ¿De qué manera crees que la sociedad percibe a las mujeres que deciden no ser madres y cómo lidias con esas percepciones?
- Lo heredado: ¿Qué papel han jugado tus experiencias y antecedentes personales en tu decisión de no tener hijos?
- Contexto: ¿Cómo ha afectado esta decisión a tus relaciones personales, tanto románticas como familiares?
- Lo que solo vos sabés: ¿Qué beneficios y desafíos has encontrado en tu vida al decidir no tener hijos, y cómo han moldeado tu perspectiva del futuro?
- Qué pasaría si…: ¿Alguna vez te has cuestionado si podrías arrepentirte de tu decisión de no tener hijos en el futuro?
- El futuro: ¿Cómo te imaginas tu vida en la vejez sin hijos y qué emociones te provoca esa imagen?
- Culpable o no: ¿De qué manera te preparas emocionalmente para enfrentar posibles arrepentimientos futuros y qué apoyo buscas o esperas tener en esos momentos?
Esta es la respuesta de mujeres de distintos contextos y edades:
“No he tenido mucho problema con esta decisión”,
Gaby, 46 años, diseñadora/tatuadora
Al no tener la responsabilidad de criar hijos, he podido centrarme más en mi vida profesional, dedicando tiempo y energía a lo que yo quiero hacer. Esta libertad me ha permitido tener tiempo para mí, viajar y cumplir metas, que no hubiera podido si hubiera tenido hijos. Creo que aún hay muchas personas con pensamiento tradicional que pueden percibir esta decisión como egoísta o que soy una mujer incompleta. He aprendido a no molestarme por este juicio, ya que cada persona tiene derecho a elegir su propio camino. Con el tiempo he visto de cerca muchas familias rotas e hijos abandonados. Padres que, ya sea por falta de recursos o por falta de deseo, no pueden o no quieren mantener ni criar a sus hijos adecuadamente. Traer a un hijo a este mundo es mucho compromiso y responsabilidad.
No he tenido mucho problema con esta decisión con mis parejas. En cambio para mi familia, ser madre es lo ideal para una mujer. Hasta la fecha es algo que me reclaman constantemente. Pero con mi decisión sólo he visto beneficios. Tengo la libertad de tomar decisiones, con mi carrera, mi tiempo y mi dinero, que se alinean con mis intereses y pasiones.
Si soy honesta, no me he cuestionado si podrías arrepentirme. Sólo espero que cuando muera no esté sola, y que mis pertenencias más importantes no las tiren a la basura. Pienso que cuando tenga una condición en que ya no pueda trabajar, moverme con facilidad, manejar, me va hacer falta la forma en que mis hermanos y yo, ayudamos y cuidamos a mi madre. Sin embargo, espero estar económicamente bien y no ser una carga para mi familia.
“Tampoco soy la primera en la familia en no tener hijos”,
Sara, 38 años, artesana
Mi identidad personal no la define el ser madre o no y mi propósito en la vida no es tener hijos, es ser yo, aportar algo a la sociedad, no solo mis ovarios y útero. En todo caso es mi conciencia social y ecológica, que forma parte de mi identidad personal y mi sentido de propósito en la vida es la que ha influido en mi decisión.
Traer niños al mundo es de las decisiones más antiecológicas que puedes tomar. No solo porque generalmente las personas con hijos priorizan su comodidad en la vida cotidiana al reciclaje, etc. (con pañales de un solo uso, comida plastificada en envases individuales), sino que además es una persona más en el mundo que va a tener su propia huella de carbono.
Como con todo, la sociedad va avanzando (a veces, más lento de lo que nos gustaría) pero, al haber cada vez más mujeres que deciden ser fieles a su decisión de no ser madres y, sobretodo, decirlo abiertamente, crea conciencia y se va naturalizando, por lo que menos personas te juzgan por tomar un rumbo diferente a la norma.
Al contrario de lo que algunas personas podrían imaginar cuando expresas que no quieres ser madre, yo tuve una infancia feliz, querida por mis padres y un núcleo familiar grande y unido. No tienes porqué haber tenido ningún trauma infantil que te haya llevado a tomar esa decisión, cada individuo es único y por lo tanto sus motivos también.
Nunca me plantee el tener o no tener hijos, es algo que con el tiempo me he ido dando cuenta que no es algo que quiera para mí. No quiero ser madre, al igual que no quiero ser astronauta. No es algo que me llame la atención y vivimos en una sociedad avanzada, donde no es necesario que el aldeano tenga hijos para que le aseguren mano de obra para la labranza.
Esta decisión no ha afectado en nada, quizás mis amigas con hijos me tienen algo de envidia sana, porque ellas no pueden hacer las cosas que quieren, o viajar tanto como ellas quisieran, o incluso tomarse la tarde libre para desarrollar sus hobbies, siempre tienen que estar pendientes de algún hijo, al menos cuando son pequeños.
A nivel romántico nada, porque mi pareja tampoco quiere tener hijos, es más, nuestra relación es bastante más firme y sana emocionalmente que la de mis amigos con hijos, y a nivel familiar tampoco, familiares ya mayores me han comentado que ellos ahora no tendrían hijos (en su época los anticonceptivos eran más difíciles de encontrar y el estigma estaba muy presente). Tampoco soy la primera en la familia en no tener hijos.
¿Desafíos? ninguno, soy una ciudadana más. Beneficios en mi caso es no depender tanto de un trabajo que no me guste (por tener que ganar una cierta cantidad de dinero para mantener a mis hijos), dedicarme tiempo a mi misma y a las cosas que me gustan (gimnasio, ocio…), salud mental…
Si es cierto que pienso que hay demasiada gente en el mundo y no es sostenible a nivel de recursos naturales, al final, las personas miran por su propia conveniencia y dejan a un lado la huella ecológica que dejamos.
[Sobre cuestionar si me arrepentiré] no, es algo que no he tenido y por lo tanto no puedo echar de menos, solo la idea de lo que podría haber sido pero eso no es real. Puedo arrepentirme de no haber pasado mas tiempo con mis amigos, de no haber disfrutado de aquel día de playa por vergüenza o por complejos, por no haber tenido mas sexo o no haberme comido aquel segundo trozo de pastel que tanto me apetecía, para no engordar. Pero arrepentirme por algo que solo puedo imaginar, no.
Imagino una vejez con mayor calidad de vida que muchas de mis amigas a mi alrededor, ya que yo si tengo el tiempo para cuidarme, tanto a nivel físico, como mi salud mental. Imagino una vejez tranquila, haciendo cosas que me gustan, quedando con mis amigas, pasando tiempo con mi pareja… imagino que como cualquier otra persona, con la diferencia de que yo no cuidaré de nietos, posiblemente sí de los de mis amigas, pero no de los míos. No querer ser madre no significa que no te gusten los niños, simplemente no quieres tener tú.
Siento que estas preguntas van todas con una carga y posicionamiento bastante fuerte, como anteriormente puse, no me puedo arrepentir de algo que no he tenido, solo es una idea de lo que pudo ser. También puedo idealizar como habría sido mi vida siendo millonaria, o habiendo nacido en otro país, pero echarlo de menos, no. En un futuro solo deseo poder seguir haciendo mi vida como ahora, eso sí, más pausada, con los achaques de la edad, haciendo cosas que me gustan, quedando con amigos, etc.
Pienso que tenemos el concepto erróneo de que los hijos están para cuidarnos de mayores y es algo muy egoísta. A lo largo de la vida pueden pasar muchas cosas, puedes tener mala relación con tus hijos, y puede ser culpa tuya o de ellos. También a menudo los hijos cuando son adultos, por trabajo o muchos otros motivos pueden hacer su vida en otro país o en otro continente, y es injusto exigirles o pretender que lo dejen todo por cuidarte en tu vejez. En todo caso lo que deberíamos de exigir es que exista un Estado del Bienestar que garantice que todas tus necesidades estén cubiertas también en esa última etapa de la vida cuando eres más frágil.
“Mi familia respetó mi decisión”
Ingrid, arañando los 50 (46), Comunicadora.
Desde adolescente decidí que no quería tener hijos, mis metas en la vida se enfocaron más en realizar proyectos a nivel profesional, nunca me visualicé como madre. Siento que está decisión no ha influido en mi identidad ni en mi propósito de vida, porque pienso que el propósito de un ser humano, o de ser mujer, va más allá de traer vida a este mundo, también está en la labor que hacemos con los humanos que ya están habitando la tierra.
Las personas tienen ese mal concepto de creer que una mujer tiene que tener hijos, sino es mala persona y no entiendo esa forma de pensar. Muchas veces no les importa si los niños son maltratados o abandonados por la madre, no juzgan ni les importan esas acciones, pero si ven mal el decidir no ser madre.
También hay personas que piensan que el objetivo de toda mujer es tener hijos y cuando saben que uno no los tiene, le hablan en tono de lástima y dicen, “ya vendrán”, pero no preguntan si el no tener hijos fue por decisión propia.
Bueno, desde la preadolescencia, me tocó lidiar con mis sobrinos, porque mi mamá los cuidaba, eran como mini monstruos, ja, ja, ja. Ahí descubrí que no le tenía paciencia a los niños y tampoco era mi objetivo en la vida cuidarlos 24/7, sacrificar mis levantadas tarde los fines de semana porque hay que alimentar a los niños, o no importa que tan mal se sienta uno cuando se enferma, igual hay que cuidarlos y atenderlos, y la verdad que no me llamaba la atención cambiar tanto mi vida. Aparte que pienso que es un Karma el traer un nuevo ser a sufrir a este mundo, cruel y cada día más en decadencia.
Mi familia respetó mi decisión y cuando decidí casarme, lo hice con alguien que ya tenía hijos, estaba operado porque no quería más –la pareja perfecta en ese sentido- no me afectó para nada.
Beneficios tal vez a nivel económico, nos encontramos en una crisis mundial que el dinero cada día alcanza menos y los sueldos por los suelos, lo que hace que se busquen alternativas para estar bien, entonces el no tener que pagar colegios, ropa, alimentación, entretenimiento, medicinas, aliviana la situación, aunque se oiga feo y superficial, pero es la verdad.
Bueno, sobre el futuro ya lo he pensado y sé que me tocará quedarme sola en casa, pagar para que me cuiden o en un lugar de retiro para viejitos, el sentimiento que me provoca es el saber que tengo que ahorrar o hacer algo que me dé el soporte económico cuando ya no pueda o quiera trabajar.
A decir verdad, me provoca más sentimiento el pensar qué haré cuando se mueran mis peluditos y ya no pueda tener más porque ya no estaré en edad de tener nuevos, porque me puedo morir y no tengo con quien dejarlos.
Creo que no he encontrado desafíos al respecto. No me arrepiento y a estas alturas, no creo que lo haga, fue una decisión tomada con toda la conciencia del mundo.
“Creen que somos malas en el sentido de no querer tener hijos”
Karina, tengo 49 años, soy auditora con una maestría en finanzas.
Siempre para bien, siempre tuve la certeza de que no quería ser mamá, mis propósitos siempre fueron buscar el éxito profesional, mis metas eran otras, viajar, trabajar e independizarme de mis padres. Lamentablemente todavía vivimos en una sociedad tan machista que piensan que las mujeres únicamente deberían de trabajar en casa y cuidar a los hijos, pocos creen en la capacidad que tenemos de desarrollarnos profesionalmente, y creen que somos malas en el sentido de no querer tener hijos que supuestamente venimos con el único fin de ser madres.
Vengo de una familia muy grande, tengo dos hermanos que tienen hijos y jamás he sentido que esa parte me haga falta, siempre tuve esa certeza de casarme, pero nunca tuve el sueño de ser madre, aunque existía el miedo de encontrar una pareja con los mismos propósitos que yo. Y siempre tuve el apoyo de mi familia, jamás tuve la presión de mis padres en ese sentido.
En el lado familiar nunca me afectó no ser madre, mi familia siempre respetó esa decisión, tengo la dicha de tener una familia muy grande, tengo unos hermosos sobrinos y esa parte nunca me afectó, vivo una vida plena y feliz.
Con respecto a mis amistades siempre hubo una que otra amiga con el tema, unas diciéndome que de plano no tenía ese instinto maternal, pero creo que va más allá, uno debe de estar segura de ser madre y saber esa gran responsabilidad de tener en tus manos la educación y la vida de otra persona, pero mis amigos con el tiempo fueron entendiendo que no era algo que a mí me apasionara.
En el lado de pareja, pude casarme con una persona que ya tenía un hijo y me decía que para él ya no era prioridad tener otro, pero con el tiempo cambió de idea y ejercía esa presión de tener un hijo conmigo, me indicaba que quería tener una familia, pero para mí estaba claro que un hijo no hacía tener un hogar, que ya éramos un hogar y que yo no quería tener hijos. Con el tiempo no lo entendió y decidimos separarnos, dolió pero creo que fue lo mejor, ahora estoy sola pero completamente feliz.
Beneficios he tenido muchos, viajo, disfruto trabajo y vivo mi vida sin el compromiso de otra persona, he alcanzado todas mis metas, estudie una carrera universitaria, trabajo en lo que me gusta y disfruto mucho mi soledad. Desafíos creo que solo los comentarios de algunos familiares que me indican que con el tiempo la soledad me hará pagar mi decisión.
Me imagino una vida plena, feliz, hasta la fecha disfruto mucho el tiempo a solas, me gusta la soledad, disfruto viajar sola, nunca he pensado que será de mí en unos 20 años pero jamás me he arrepentido de mi decisión, creo que si hubiera tenido hijos sin desearlos hubiera traído a este mundo niños que no hubieran sido felices porque yo no lo sería. Así que creo que fue la decisión correcta, disfruto mucho a mis padres, hermanos y sobrinos.
¿Culpable? mmm… nunca creo que uno en la vida debe de estar seguro de las decisiones que toma y siempre pensando en el futuro, como les digo, a mis 49 años vivo una vida plena, tengo una casa, tengo trabajo el cual me gusta mucho, he conocido muchos lugares, tengo una hermosa familia y aunque mi matrimonio no funcionó no siento que fue un fracaso sino una experiencia más, puede que suene un poco fría pero siempre he estado segura de las decisiones que he tomado, y hasta la fecha soy muy feliz.
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