¿No que los caballeros no tenían memoria?

Nada seca tanto

(if you know what I mean)

como un hombre que trata de llevarte a la cama diciéndote los nombres y apellidos de todas las mujeres con las que, supuestamente, ha cogido. Es cierto que yo no tengo autoridad moral para decir que no contemos nuestras aventuras o desaventuras amorosas, porque yo lo hago casi cada semana en esta columna, pero de eso a darles su código postal, tampoco.

Yo desconfío de la memoria masculina desde que en la secundaria el exnovio de una examiga le puso precio a todas las cartas amorosas que ella le escribió. Supongo que allí fue cuando se me cayó la venda de los ojos y descubrí que “Los caballeros no tienen memoria” era solo un decir. Esto aún sucede y esos hombres que filtran los mensajes, las nudes o los videos íntimos de mujeres con las que salen son solo un ejemplo. No está bien, no lo hagan.

Esos hombres que cuentan con tanto detalle sus hazañas sexuales me dan tanta cringe como esos que dicen que sus ex están locas. Querido, me encanta hablar de sexo, pero tú y yo ni siquiera somos amigos así que no quiero saber. Además, según mi experiencia los mejores amantes te lo demuestran en la cama y no presentándote un CV con la lista de toda las mujeres con las que han cogido y todas posiciones que se saben. No sé, ¿acaso quieres que las llame y les pida referencias tuyas?

R. me decía que yo le gustaba mucho, pero también iba por la vida contando que a fulanita le encantaba que le jalaran el pelo o que una vez se había cogido a menganita en su carro. Yo solo podía pensar que si llegara a acostarme con él seguro diría lo mismo de mí. También pensaba que nadie podía asegurarme que ellas de verdad hubieran cogido con él, y tal vez solo alardeaba de algo que nunca había pasado.

Que un hombre te de su lista de conquistas puede ser la primera bandera roja, pero no la única. No pasa solo con hombres con los que tuviste sexo casual, también puede pasar con hombres con los que tuviste una relación larga y que solo lo hacen por venganza. No hay una fórmula para saberlo, pero, en mi opinión, estos hombres suelen ser los mismos que cuentan secretos de sus amigos a extraños sin que estos les preguntaran y los mismos que cuentan confidencias de otros y luego le echan la culpa al alcohol.

Sinceramente prefiero a los caballeros que no tienen memoria, pero tampoco deberíamos ponerle demasiada tención a lo que se dice de nosotras. Aún así, reconozco que a ninguna nos gusta estar en boca de otros, especialmente cuando somos más jóvenes. Pero bueno, vivimos en un país cuyo ídolo musical canta “Tu reputación son las primeras seis letras de esa palabra”, como si fuera algo malo. Arjona y hombres en general, que les valga madres si llevarnos a la cama es más fácil que respirar.