AHORA REBUZNAN...

Era un paísito que se proclamaba soberano. Con sus dueños añejos y obtusos. Que creyeron que siempre mantendrían en la total oscuridad a "esos".

Sí, esos a los que consideran sus esclavos, mano de obra barata, que mejor si no tienen acceso a la educación, y si la llegan a tener, que sea lo más básica posible y mediocre, además.

Sí, esos, que si logran llegar al nivel medio, apenas si les proveen, mediante el aparato estatal (hecho para servir a los señores feudales en todos sus caprichos y antojos), las herramientas para ser esclavos mal pagados en algunos puestos a dedo. De lo contrario, pasan a ser masa amorfa sin ingresos y más materia prima para el crimen.

Sí, a esos a los que les corroen la educación universitaria pública, la que deterioran con el fin de hacerla colapsar y cortarle de tajo la ideología diferente, esa que enseña a ser solidario, a qué debe haber justicia social, económica y jurídica.

Han tejido desde lo más profundo de su asquerosa calaña, aunque tengan ropa de hilos de oro, un esquema donde esos sigan agachando la cabeza, agradeciendo que les dan migajas transformadas en créditos que asfixian o mantienen disfrazado de pseudo capitalismo el agobiante, alienante y compulsivo consumismo.

Ese paísito pleno de inseguridad, donde en cada esquina puede aparecer la muerte; pleno de corrupción, donde en cada obra, gestión o trámite mete su mano un político, su mujer, sus amigos o sus amantes, para llevarse gran tajada a sus bolsillos y erigir un monumento a la mediocridad.

Ese paísito en el que hay tanto pro vida dividiendo, que callan ante tanto crimen en los que se mueren cientos de esos, sí, esos.

Ese paísito en el que se mendiga salud porque han hecho que todo el sistema sea precario para que esos busquen otros medios más directos para que el dinero regrese a los dueños oscuros y obtusos.

Ese paísito en el que se les hace agua la boca con tanto dinero que llega del extranjero y por ello eso de la migración forzada les queda perfecto.

Ese paísito en el que se llenan la boca hablando de soberanía y de no injerencia extranjera, bla, bla, bla...

Pero pese a ello, hay un hálito de conciencia, y eso les duele, les causa comezón. Cómo es posible que esos se atrevan a discutirle a los señores feudales. Y entonces aparece el rostro tirano, el del dictador, usando todo el poder coercitivo del Estado para meter miedo y apabullar a esos. Sí, a esos.

Lo han hecho mal y aún así quieren seguir en esa línea que solo a ellos conviene. Lo hicieron mal y ahora que hubo un despertar, rebuznan...